Después De La Guerra [Book #1] (Catradora)

Remordimientos

Catra caminaba por los pasillos de Luna Brillante junto a Melog, había llegado de Plumeria después de su sesión con Perfuma, había cumplido casi dos semanas participando en esas técnicas de relajación que aún le estaban costando bastante, pero que ya podía aplicar en sus arranques de enojo, incluso ya estaba manejando su negatividad, que a palabras de Perfuma, con un poco de tiempo, lograría manejar para después entrar a sus problemas de egoísmo.

Pronto detuvo su andar al girar en una esquina, había logrado divisar a Adora parada frente a una de las paredes del pasillo, observándola de una manera que Catra no pudo descifrar, Melog intento ir hacia la rubia, pero en un gesto ella lo detuvo y se ocultaron un poco en esa esquina.

—Angela —susurró Adora colocando su mano sobre la figura plasmada en la pared.

—¿Adora? —Catra notó como Glimmer llegó desde el otro lado del pasillo y llamó a la rubia —¿Qué haces aquí? Pensé que estarías en la Zona del Terror con Scorpia, Entrapta y Frosta.

—Yo solo me desvíe un poco antes de irme —confesó Adora con una débil sonrisa.

—Oye ¿qué sucede? —preguntó la pelirrosa con preocupación, su amiga solo devolvió la mirada al mural aún sin apartar la mano de él.

—Encontré... La frazada que Angella me había regalado después de la primera pelea de la rebelión, y cuando ya no era tan severa conmigo —dijo lo último con cierta diversión mezclada con melancolía.

—¿La de color morado brillante? —preguntó Glimmer mientras hacía memoria del objeto, la rubia asintió en silencio —, pensé que la habías perdido para siempre —comentó con diversión.

—Yo también, incluso recuerdo que les rogué a Bow y a ti que no dijeran nada, que la encontraría —murmuró riendo un poco, pero después su risa se apagó —, cuando encontré la frazada solo quise... Venir a detenerme un segundo aquí, frente a su mural.

—¿Hay algo más, Adora? —le preguntó, sabiendo bien que había algo en su cabeza que la mantenía sumida en sus pensamientos.

Adora mordió su labio —. La conversación que tuvimos ayer con Micah y el haber encontrado esa frazada me hizo pensar —su mirada volvió de nuevo al mural, sus pensamientos volvieron al pasado, en el día del portal donde Angella tomó su lugar —. Me pregunté... Si ella estaría satisfecha con esto, con lo que hice, con lo que he hecho... O si habría querido que las cosas fueran diferentes —susurró agachando la mirada, había un sentimiento oculto en el fondo, algo a lo que siempre le dió vueltas, pero como era de esperar, jamás habló de ello, ella era She-ra ¿no sé suponía que debía protegerlos? Entonces ¿por qué no pudo evitar el destino que obtuvo Angella? ¿por qué tomó su lugar? Si tan solo el shock de la situación no la hubiera abrumado, o si tan solo las palabras de Angella no la hubieran desviado de lo que debía hacer, o si hubiera descifrado las intenciones de la reina, quizás... Solo quizás...