Después De La Guerra [Book #1] (Catradora)

Charla entre chicas

La reunión había acabado por fin y justo cuando todos se disponían a salir, Netossa entrelazó rápidamente su brazo con el de Adora, mientras al otro lado de la rubia aparecía Spinnerella la cual le sonrió con su habitual tranquilidad.

—Linda ¿Podemos robarte un rato? —le preguntó Spinnerella con dulzura a la rubia quien aún confundida asintió.

—¡La devolveremos más tarde! —les avisó Netossa quien después dirigió su mirada a Catra que les veía con el entrecejo fruncido —. Tranquila, gatita, más tarde te la devolvemos —insistió guiñándole el ojo para después salir de ahí junto a Adora y su esposa.

—¿Por qué creen que se la llevaron? —preguntó Frosta con notoria curiosidad.

—Ni idea, ese par es algo impredecible —comentó Glimmer mientras desactivaba el panel de la mesa —. Bien, nos veremos la próxima semana para el siguiente reporte.

—¡Genial! —exclamó Entrapta y salió cuál rayo del lugar.

—Es admirable que haya logrado estar quieta durante tanto tiempo —murmuró Mermista caminando a la par de Perfuma y Frosta mientras Scorpia las seguía por detrás.

—¿Tienes curiosidad de porque se llevaron a Adora, Catra? —preguntó Bow con cierta diversión, estaba cruzado de brazos y había llegado hasta el lado de la mencionada que rodó los ojos.

—Para nada, flechitas —gruñó Catra irritada saliendo de la sala dejando solos a Glimmer y Bow.

—¿Cuánto crees que pueda resistir antes de ir a buscar a Adora? —le preguntó la pelirrosa con diversión.

—¿15 minutos? —le siguió la broma Bow y ambos comenzaron a reír, una vez se detuvieron, ambos se miraron entre sí, un silencio los acogió que casi parecía gritarles que dijeran algo más.

—Bow, sobre lo que pasó el día de la pelea... —comentó Glimmer algo nerviosa mientras sus mejillas se enrojecían —, sé que no hemos tenido tiempo de hablar de ello y quisiera tenerlo, pero...

—Lo sé —le tranquilizó Bow colocando su mano en el hombro de la reina de Luna Brillante mientras le sonreía con ternura —. Has tenido que cumplir con tu rol de reina, además de que hemos estado ocupados —su mano subió hasta el rostro de la pelirrosa y se posicionó en su mejilla, dónde con el pulgar le dió una suave caricia —. Hablaremos cuando podamos hacerlo.

—Gracias, Bow —susurró ella para después separar su contacto y dirigirse a la salida de la sala con el muchacho detrás de ella siguiéndole los pasos. El corazón de la reina palpitaba frenético ante el gesto que él había tenido con ella y sonreía mientras caminaba por los pasillos una vez tomaron caminos separados.

[...]

Netossa y Spinnerella fueron con Adora a la habitación del castillo que solían usar la pareja de casadas cuando decidían quedarse de visita.