C H A P T E R E I G H T

1.4K 162 93
                                    

Cáncer

Mis ojeras estaban por el maldito suelo. Desde ayer que trataba de buscar información sobre el tal Harry Sea, padre de las hermanas Sea, pero el maldito internet se había cortado luego de que encendí la computadora.  Le pregunté que pasó con la señal a mis padres ya que el router estaba en su habitación y ellos deberían de saber, pero solo me supieron decir que era temas del servicio, que mi papá ya estaba llamando a la empresa.

Eso fue a las siete de la tarde.

¿Qué hora era?

Las maldita diez de la mañana.

Literalmente me quedé despierto toda la noche esperando a que volviera la maldita conexión. Caso que me quede hasta al menos las seis de la mañana, así que me rendí y me acabé durmiendo. El tema aquí es que en esta casa no podes dormir hasta la hora que quieras, o te levantas a las diez de la mañana o te levantas a esa hora.

El dicho de mis padres es: "El que madruga, Dios lo ayuda".

Y la verdad es que poco me importaba que Dios me ayudase ahora pero si me importaba el buen regaño de mis padres ya que no le gusta que durmamos hasta tarde.

Ya estaba cambiado y bajando por las escaleras con cara de los mil demonios. Juro que mataría a la empresa, necesitaba conseguir la información de estas chicas —súper raras— que habían entrado a nuestras vidas.

-Parece que hoy tampoco podrán entrenar, campeón —dijo mi padre a penas si había tocado el suelo del vestíbulo.

Estaba viendo unos sobres que habían dejado. Frunci el entrecejo ya que no sentía que estuviera lloviendo, tornado o relampageando. De hecho podía ver como el sol entraba a la sala que estaba delante de mi.

-¿Por? —caminé hasta el living con tranquilidad oliendo el delicioso desayuno que mi mamá estaba preparando.

-Las olas están muy fuertes hoy, no la puede montar ni un profesional. Temprano fui a la playa y vi banderas rojas por todas partes —solté un quejido por escuchar aquello.

Ya iba perdiendo varias prácticas, y con mis hermanos necesitábamos practicar. Pero no entendía porque el océano estaba así, si la lluvia cesó bastante temprano —como a las seis de la tarde—, además de que Hawái siempre tenía el clima perfecto para surfear.

Fui hasta el comedor y vi a las 6 chicas comiendo lo que mi madre les daba. Se veían mal, todas, parecían demasiado enfermas.

-Mis niñas, no tomen duchas por la noche sin secarse el cabello porque se enfermaran —Sagitario estornudó mientras asentía a Gloria quien se iba hacia la cocina nuevamente.

-¿Cómo están? —les pregunté sentándome una de las pocas sillas d madera que quedaban, las otras eran de plástico al igual que la mesa que habían juntado para que quepamos todos.

Sin recibir una respuesta las vi y en sus caras noté un "¿En serio nos preguntas?". Les sonreí apenado y esperé a mi madre ya que seguía preparando sus famosos waffles con miel de maple.

-Uff, el mar está horrible hoy —entró Capricornio y se les quedó mirando a las Sea destrozadas. -Ustedes se ven terribles —ellas lo miraron mal y algunas volvieron a estornudar. -Y su humor no está tan bien tampoco —se sentó a mi lado y giré mi cabeza para verlo con una sonrisa.

The Sirens [Zodiaco] [TS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora