The Sirens [Zodiaco] [TS]

C H A P T E R E I G H T E E N

Tauro

-¿Necesitas algo más? —le pregunté a mi compañera de laboratorio, la cual estaba tirada en el sofá de casa.

Así es. Escorpio casi se desmaya en medio del laboratorio y mi padre me había pedido que la acompañara a casa, luego debería de pedir los deberes a los demás.

Genial, soy el cuidador de una sirena intolerante al pescado.

Aunque no me quejaba, mi paciente era una sirenita bastante guapa.

-Con esto está bien —tomó su jugo de naranja con una pajilla.

Sonreí sentándome en el sillón individual que estaba paralelo al grande en donde ella estaba. En verdad había estado pálida desde que salimos del salón de clases. Y al principio solo pensaba que estaba exagerando, eso hasta que casi se desvanece en medio del pasillo. ¿Ustedes saben el susto que me pegué?, de suerte y estaba sosteniéndola del brazo, que sino hubiera quedado como estampita en el piso.

-Entonces... ¿es toda la carne o solo el pescado? —ella me vio como si en serio estaría preguntando aquello. -¿Qué?

-Si toda la carne me daría asco, no podría verlos comer todo el día eso —bueno, buen punto. Aunque ahora que lo pienso, nunca la vi comer lo que todos ingeriamos, siempre eran esas ensaladas que mamá preparaba como acompañamiento.

Vaya.

Si que me había fijado en ella, solo que esas cosas estaban almacenadas en mi cabeza... en un lugar muy oscuro de mi cerebro.

-¿Ocurre algo? —la vi con confusión. -Pues bueno, me estas mirando hace unos minutos. ¿Tengo algo en la cara?

-Ah, no, no. Solo estaba pensando unas cosas —le sonreí a lo que ella solo asintió para ver su vaso de zumo.

Un silencio nos inundó a ambos. Yo comencé a ver mi celular con tranquilidad mientras Escorpio solo veía a la pared hipnotizada. Y ahí fue cuando recordé aquella charla en el bote con Géminis.

Así que sus abuelos no eran los mejores ¿eh?.

Levanté mi mirada, y como si esta fuera un imán, Escorpio me devolvió la mirada con rapidez. Alzó una ceja en mi dirección al ver mi cara llena de curiosidad y bastante intriga.

-Ahora sí... ¿hay un pulpo en mi cara? —me reí levemente en lo que ella sonreía. -¿Qué ocurre?

-¿Tienes algún pasatiempo? —abrió los ojos y evitó verme. Con que si...

A veces era tan fácil de leer, aunque bueno, dije a veces, así que en todas las otras situaciones era un maldito misterio. Pero eso era bastante atractivo para mí, después de todo, podía asesinar a alguien y nadie se daría cuenta.

¿Te parece atractivo que pueda llegar a ser una asesina en serie?

No, solo dije que me gusta lo misterioso.

¿Seguro? eso sonó como una invitación a que maté a alguien y te excites.

¡¿Qué?! ¡Claro que no!

Claro, claro... don mentiroso.

Vete al demonio.

Querrás decir, "nos iremos al demonio".

Ya cállate.

Okay, me voy a Bora Bora, avísame cuando me necesites para preguntarme como hacer para no decirle a la poli, que tu compañera de casa mató a alguien.