The Sirens [Zodiaco] [TS]

C H A P T E R T H R E E

Virgo

Definitivamente esto era lo más incómodo que estaba viviendo. Miren, estaba acostumbrada que que miles de sirenas y tritones me vieran en los bailes, ceremonias, por el reino pero en ese momento no tenía ni idea de quién me estaba viendo, y la diferencia es que aquí sí.

Ahora mismo estaba viendo a 6 chicos observandonos detalladamente y con demasiada curiosidad en sus ojos. Ni siquiera sabía sus nombres y ya me ponían demasiado nerviosa.

-Muy bien, como Piscis ya sabe. Ellas vinieron de intercambio y las hospedaremos por un tiempo hasta que vuelvan a su país. Necesito que las traten tan bien como sea posible, haganlas sentir como en casa —les dijo a sus hijos quienes estaban sentados en un sillón al frente del nuestro. Me removí incómoda en mi lugar.

-Hora de presentarlos. Ellas son Escorpio, Aries, Géminis, Sagitario, Acuario —Patrick fue señalando a cada una de mis hermanas hasta llegar a mi. -Y Virgo

-Y ellos son Leo, Piscis, Capricornio, Tauro, Cáncer y Libra —Gloria nos presento a cada uno con una sonrisa. -Esperamos que se lleven bien, y ustedes no las molesten —le envió una mirada asesina a sus hijos, los cuales solo asintieron restandole importancia.

-¿Por qué no nos dijeron antes? —preguntó... creo que Leo.

-Fue de imprevisto, además de que ustedes nos dejan solos la mayoría del tiempo, así que ¿qué les importaría saberlo? —contraatacó su padre mirándolos severamente.

-Hablando de eso, vamos a hablar muy seriamente con ustedes —luego de matar con la mirada hacia sus hijos, ambos nos regalaron una sonrisa y permiso para que nos retiraramos. Y así lo hice, creo que fui una de las primeras que me levanté y caminé directamente hacia el jardín trasero, el cual solo era puro césped y plantas.

Aún así había unos sillones muy bonitos y una mesa junto con muchísimas cosas más. Fui directamente al sillón y me dejé caer largando un suspiro enorme.

¿Princesa y con nerviosismo de que solo 6 chicos te vieran?

Cállate, sé que soy patética.

Al menos eran guapos, admítelo los humanos pueden ser como malditos dioses.

Bueno, si.

Me saqué mis zapatos y los hundí en el césped que estaba recién cortado —lo sabía porque Patrick junto con Gloria lo había cortado esta mañana con lo que denominaban podadora.

¿Qué cómo sabía que se llamaba así?

Era como una gran biblioteca de los humanos y sus inventos. No es que fuera fan de ellos, al igual que a mis hermanos nuestros padres nos dieron clases sobre ellos. Mamá, al pasar un tiempo por aquí, nos explicó varias cosas necesarias. Aunque claro que está raza había evolucionado en cuanto a fabricar cosas y ahora había muchos otros objetos, que en la época que mi madre estaba aquí, no existían en absoluto.

Observé a los pajaritos cantar en la copa de uno de los árboles del patio y sonreí hacia ellos. Al menos los animalitos del mundo terrestres me gustaban, eran —obviamente— muy diferentes a los de las profundidades marinas. Pero aún así extrañaba hasta el plancton que habitaba allí.