Piscis
Abrí los ojos con un dolor increíble en mi cabeza. Toda mi habitación estaba a oscuras y agradecía eso porque tenía una resaca de los mil demonios y el sol solo empeoraría absolutamente todo. Gruñi levemente al separar mi cabeza de la almohada, miles de espadas se clavaban en mi cabeza a la vez.
No tenía ni idea de como había logrado llegar a la cama, solo que mi mamá me estaba gritando a los 4 vientos, o bueno, a todos mis hermanos. Tal vez papá me había llevado a mi habitación.
Me levanté a rasgadientes ya que por el olor el desayuno ya estaba listo, y prefería acostumbrarme a la luz a mi ritmo, que alguno de mis padres viniera y me abriera la maldita cortina para que me quemase como un maldito vampiro. Prendí la luz y juro que casi me muero, más de lo que ya me estaba muriendo.
Me costó unos minutos poder acostumbrarme a todo y fui directo al armario para cambiarme. A mamá nunca le había gustado que bajaremos a desayunar en pijama, y siempre que alguien lo hacía lavaba los platos por dos días seguidos. Y ni hablar del castigo que no daría por estar en este estado a punto de conducir.
Oh, claro que sí.
Si no fuera por un amigo tal vez ni siquiera estaría respirando.
Me terminé de cambiar y entré al baño de mi habitación para al menos quitarme la cara de muerto que llevaba.
-Dios mío -susurre al verme en el reflejo. Estaba seguro que el vidrio casi se parte.
Perdón, me sale lo dramático solito.
Suspiré y luego de secarme la cara salí de mi habitación encontrándome el pasillo completamente vacío. Había dos opciones, mis hermanos ya estaban despiertos o seguían durmiendo, aunque yo diría alargando aún más su vida porque nuestros padres nos iban a aniquilar.
Baje las escaleras, saltando de escalón en escalón, aún mi cabeza seguía matandome y hasta que no tomara una pastilla no me sentiría bien. ¿Por qué no lo hacía?. Porque nos habíamos gastado las dos cajas del mes, así que si o si debería de salir a comprar por el bien de todos.
Crucé el living hasta llegar al comedor dond eya se olía el olor a panqueques y a café. Sin dudas era lo único que necesitaba para que se me abriera el apetito.
-Hola
-Hola -salude a la chica que estaba sentada en una de las sillas del comedor.
Esperen... ¡¿Chica?!
-¿Pero que demonios...? -me giré a verla alarmado. Yo no traje a ninguna chica anoche, obviamente no porque mis padres me trajeron a mi. -¡Ma-Mamá! -grité provocando que ella alzara una ceja a mi dirección.
-¡¿Qué?! -me gritó desde la cocina y pronto llego con harina por toda la cara. Yo solo alcancé a señalar a la desconocida sentada en el comedor como si nada. -Oh, ella es Sagitario. Y Sagi, él es Piscis, uno de mis hijos -me dijo como si fuera lo más normal del maldito mundo. Ella podía notar mi confusión y lo que me dijo solamente me dejó más anonado. -Es una de las chicas de intercambio, con su padre se las íbamos a presentar cuando estén todos, pero te nos adelantaste -después de una sonrisa hacia la tal Sagitario y hacia mi, se metió nuevamente a la cocina.
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The Sirens [Zodiaco] [TS]
أدب المراهقينSirenas, según el diccionario podemos encontrar que son aparatos que emiten un sonido muy fuerte que sirve para avisar algún evento o acontecimiento. Pero no estamos aquí para hablar de "ese" tipo de sirenas. Muchos dicen que también hay seres mitol...