27. GRECIA

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y llegamos a mi país, mis orígenes. Espero disfruten de mi bella Grecia!!!

Hoy les hablo a ustedes LECTORES FANTASMA, gracias aun cuando no votan, no comentan, agradezco desde el fondo del corazón que lean la historia y sean parte de esta locura. 

y a ustedes que siempre votan, comentan y me sacan la madre. GRACIAS. 

o como decimos en Grecia, Eufgaristo.  

27. GRECIA

William

La llegada al hotel fue sorprendente, Lui seguía en plan mochilero y eso no ayudaba mucho que digamos. El hotel tenía una vista hermosa a la Acrópolis y a una pequeña plaza llamada Placa. El clima seguía estando frío, pero no dejaba de ser delicioso. Me gustaba este lugar para traer algún día a Abbi y mostrarle lo mismo, eso sí, en un mejor hotel.

Dejamos las cosas en la habitación y salimos a caminar al centro de la ciudad. Monsateraki estaba llena de tienditas de regalos, joyerías, camisetas con serigrafías graciosas y restaurantes callejeros. El área estaba llena de personas que pasaban riendo y hablando. Definitivamente esta era un área turística, con pocos griegos.

Pasamos varios cafés y restaurantes muy tradicionales. Lui alegó que tenía hambre, así que paramos en uno de los más famosos según leímos en trip advisor. Era un restaurante amplio con muchas mesas pegadas, tomamos una de las mesas que estaban afuera. La mantelería era papel craft con el logo del lugar, el mesero llegó colocando un plástico encima, lo cual me pareció muy raro.

El aroma a grasa y carne era increíblemente delicioso, se veían platos llenos de papas fritas y pan pita. La boca se me hizo agua de ver tanta cosa rica, no me recordaba el hambre que tenía hasta ahorita que vi la comida. Me gustaba la comida griega, habíamos ido a varios restaurantes griegos en Londres. La comida era rara, pero rica. Blake no era muy fanático de la comida condimentada, pero Lui lo había mandado a la mierda cuando propuso ir a FRIDAYS.

—Estás en Grecia, idiota, no vas a comer patatas fritas con hamburguesa.

—Serán hamburguesas griegas y papas mediterráneas. Claro que es diferente.

No era diferente, lo sabía. Negando con la cabeza, Lui pidió los menús. El griego pesado nos entregó tres menús indescifrables en rayas y líneas. Los tres fruncimos el ceño llamándolo de regreso.

—No leemos griego —dije devolviéndole los menús.

—¿No leen griego? —negó con la cabeza—. Americanos —se quejó en un muy mal inglés. Tiempo después apareció una chica de cabello negro y cejas gruesas muy guapas. Nos entregó lo menús de una manera más cordial que el anterior.

—¿Qué les puedo traer chicos? Las souvlakia son la especialidad, con un poco de tzatziki les queda de campeonato.

Lui estaba perdido en sus piernas, la mujer era guapa. Las griegas tenían una belleza muy peculiar, ojos grandes, cejas gruesas y facciones finas. Nos gustó de inmediato. Quizá Grecia no sería tan aburrida después de todo. Tenía el presentimiento que esta etapa del viaje se pondría más salvaje, algo que no pasó en Alemania.

—Sí, perfecto. También queremos de esos como tacos que tienen ahí —señaló a las personas que estaban haciendo fila para comprar unos panes que comían parados.

—Esos son pita gyro, muy buenos también. ¿Quieren de pollo, res, cordero o pulpo?

Blake hizo una mueca.

—¿Pulpo? ¡Dios, no! Yo quiero uno de esos de pollo y una porción de papas fritas.

—Y yo de res —dije viendo a la mesera esperar por Lui.

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