12. "¿Aceptas?"

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Llego a la cafetería y la cara de Trish me da angustia.

- Que bueno que llegas - me quita a Eros de los brazos y se lo da a Eddie.

- ¿Por qué?, ¿Qué pasó?, ¿Esa cara de angustiada?

Me mira directo a los ojos y suspira.

- Nathaniel Ajmátov vino directamente aquí para decirme que quería hablar contigo en privado. Le dije que aún no llegabas y me pidió que te fueras directamente a su oficina cuando estuvieras aquí

Mierda

Me quedo unos segundos sin responder y Trish me jala directo a la salida.

- Anda vez - me indica y salgo de ahí.

Mis tacones resuenan en el marmol, igual a la única vez que he estado en este piso. Finguir demencia sigue en pié.

Llegó a su puerta y cuando tocó recibo un "pase" y es cuando me tengo que enfrentar a él.

- Señor Ajmátov - su cara se concentra solo en mí, y sus ojos dan un breve resplandor en ese lila tan peculiar.

- Nathaniel, Samantha, dime Nathaniel

- Nathaniel - contradicción - Querias verme

Se empieza a acercar a mí y no me nuevo de mi poción. Alza su mano y acaricia mí mejilla, ese tacto me hace ver sus labios y relamer los míos. Parece pensarlo mucho, pero al final acerca sus labios a los míos y cuando los siento moverse, dudo un poco en hacer lo mismo.

Un beso tranquilo, cariñoso y cuando su lengua se introduce a mi boca, decido parar.

- Samantha, quería verte para hablar contigo de un tema que me salió de imprevisto - no se aleja de mí, y su mano derecha va directo a mi cintura.

- Dime, que es eso tan importante que te obligó a bajar a la cafetería - me da una sonrisa de lado y roza su nariz con la mía.

- Ay, Samantha, necesito que me hagas un favor

- Depende de que sea - me mira a los ojos y exala lentamente.

- ¿Quieres acompañarme a Puerto Vallarta?

- ¿Qué? - me alejo un poco de él - ¿Cómo? No entiendo

- Samantha, tengo una convención de trabajo y sera en Vallarta, quería saber si me puedes acompañar. Te lo pido mas como un favor, que como trabajo... ó... como algo mas...  - eso ultimo lo dice tan bajo que muy apenas escucho.

- Tú idea es llevarme a Puerto Vallarta para una convención de negocios - asiente - ¿Y por que yo?

- Miralo como quieras, se que eres inteligente y podrás ayudarme con algunos temas que tratar

- Se te olvida que solo sirvo capuchino americano y cuido a tu bebé - me cruzó de brazos y lo miró con la ceja alzada.

- Ya te dije, míralo como quieras. Pero sería bueno que tú me acompañaras al viaje

- ¿Por qué no se lo pides a alguien más? ¡Dile a Milo! - propongo.

- Milo tiene vacaciones y créeme que sería mas conveniente para la empresa si me acompañas

Lo miro desconcertada, no encuentro el motivo para que él me invite a un lugar como ese.

- ¿Quién cuidara de Eros?

- No te preocupes, encontraré a alguien, además, solo seran tres días

Me quedo varios minutos sin decirle nada, él solo me mira.

CiliegiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora