La luz que entra por la ventana me hace abrir los ojos. La habitación de Nathaniel es muy elegante. Con paredes en color celeste y muebles blancos.
Me estiró para abrazarlo y su brazo me acerca a él.
- Es hora de levantarnos - le digo y el solo me acaricia.
- Sabés, pensé que te irías a media noche. Pero, te quedaste - deja un beso en mi cuello - Me gusta despertar a tu lado
- Sigo creyendo que es la felicidad pos-sexo pero te creeré
Nos quedamos en silencioso un rato, hasta que unos llantos hacen que me levante.
- ¿Puedes prestarme algo? - me cubro con la sabana y me pongo mi ropa interior como puedo.
- Claro - me da una camiseta y cuando me la pongo salgo a ver a Eros.
- Ya, ya, estoy aquí - me ve y sus manitas se estiran para cargarlo - Ya no llores bebé
Siento unas manos al rededor de las mias y sonrió al saber que es Nathaniel.
- Hola bebé - le dice a Eros y suelta una risa y un balbuceo - Ya despertaste - le hace cosquillas - Vamos a desayunar con Sam
Mierda, no, no, por favor no.
- Mmm - antes de que Eros a complete me doy vuelta y lo acuesto en su cambiador para cambiarle el pañal y ponerle ropita limpia.
- Lo cambio yo si quieres - tomo unas prendas del cajón de abajo y él me mira.
- Eres perfecta - deja un beso en mi cuello y sale de la habitación.
Que voy a hacer si Eros quiere decirme mamá, no puede decirme así.
Bajamos y ya esta todo listo, Nathaniel calentó lo que sea que estuviera haciendo anoche y le preparó su leche a Eros.
Lo senté en la periquera y ayude a Nathaniel a servir.
- Ahora si vas a probar lo que se cocinar
- Espero que sepa bien - tomo una cucharada y los sabores me invaden.
- ¿Qué tal?
- Ahí algo que no sepas hacer bien - tomo otra porción y se rie de mis gestos.
Platicamos de muchas cosas pero cambié el tema cuando me di cuenta de algo.
- ¿Y la señora Helen?
- Salió ayer por la tarde, dijo que volvería hoy en la noche
- Entonces te tomaste el día, son las nueve veinte y se supone que yo entro a las nueve
- Qué jefe tan pesado tienes, deberías seducirlo y así no le importara que te tomes el día también - me atragantado y comienzo a toser. Tomo agua y Nathaniel suelta una risa.
- Ahí un niño precente - le digo a modo juego y el sonríe.
- Tu trabajo es jefa de cafetería y niñera de Eros. Que Trish y Eddie se encarguen de eso y nosotros de cuidar a Eros - le hace cosquillas en su brazo y sigue comiendo.
Los tres juntos, casi parecemos una familia.
Terminamos de almorzar y deje a Eros jugando en la alfombra de la sala y comencé a ayudarle a Nathaniel a recojer.
Su torso descubierto no me molestaba. Considerando que yo solo tenía una de sus camisetas puesta, además de mi ropa interior. Todo era tan cómodo, como si esta fuera la rutina de todas las mañanas. Él lavaba y yo secaba y acomodaba. Platicamos de muchas cosas y supimos mas del otro.
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Ciliegia
Romance[Reescribiendo. Antes: El mejor trabajo] Samantha Hell es una chica con una expectativa muy alta con respecto a su trabajo, tantos años de preparación y su nuevo objetivo no es nada a lo que ella imagino. Cambiar pañales no es lo que enceñan en la...