Tony² [STARKER]

Capítulo XIV

- ¿Es un sucio chupón lo que mis ojos están viendo?.- está vigilando que su omelet no se queme, pero su vista periférica es excelente.

- ¿No se supone que tu plan solo involucraba a Peter?.- no lo engaña con ese fingido enojo.- Ayer Steve fue el que más ganó.

- ¿Y tú no?.- mueve sus cejas.- Listo, así es como tienes que hacer los omeletts para todos.

- Tampoco es como si me estuviera quejando.- Bucky toma su lugar, enfrente de la cocina.- ¿Qué hay para hoy?

- Nada.- un pequeño descanso, al menos para el joven araña.- Le daremos un respiro a Tony. Tampoco queremos que nos corra.

Bucky asiente y sigue su labor con el sartén. Se ha ofrecido a ser el primero en pagar el combate perdido. Pero solo están ellos dos en la cocina, Peter devora su omelet y está pidiendo otro.

- ¿Y Peter?.- menos charla y más comida, él y su bebé necesitan alimentarse.- Siempre viene a desayunar contigo.

- Creo que sigue dormido, lo de ayer lo ha dejado más nervioso.- es cierto, apenas probó bocado en la cena.-

- ¿Cómo fue que terminaste con Tony? Allá en tu universo.- ya le sirvió el segundo omelet y se siente nostálgico, así que recordar su vida cree que le hará sentir mejor.

- Fue fácil, muy fácil.- toma su vaso de jugo y suelta la historia sin omitir ni un solo hecho.

Cuando tenía quince años los titulares se llenaron de la noticia que el magnate Anthony Stark era el nuevo Iron Man. Ya era su amor platónico, sumado eso lo volvía en su ídolo.

Tres días antes de su cumpleaños dieciséis, es picado por una araña radioactiva. Su vida gira ciento ochenta grados al convertirse en el amigable vecino Hombre Araña.

A los diecisiete años recibe la visita del mismísimo Tony Stark en su humilde apartamento. May enloqueció un poco pero moría de felicidad cuando supo que había ganado una beca, que nunca solicitó, en la Fundación Septiembre.

Era una vil mentira, Tony quería reclutarle y convertirle un Vengador. Acepto, obviamente, su vida se había resuelto y el golpe de suerte no se volvería a presentar.

Entonces comienza con sus tutorías y entrenamientos, con los héroes más poderosos, una que otra misión contra lo que quedaba de Hydra y largas horas en el taller, al lado de Tony, no señor Stark, Tony.

Su enamoramiento comienza a cobrar fuerza, verlo diario y compartir tanto le estaban llenando de fortaleza y se siente, ridículamente, correspondido. Tony le buscaba para "experimentar" o cualquier otro pretexto para estar juntos.

Así que Peter, que siempre se ha lanzada de cara contra todo, empieza a ser muy, muy sexual. Comienza con maneras escandolas de entrenar, escasez de ropa y a bailar en cualquier lugar posible, aunque no hubiera música, todo con el objetivo de mantener los ojos del millonario encima de él.

Y era fácil, ese Tony de casi dos metros de alto, espalda ancha y formidable, brazos con rebosantes músculos, piernas de infarto, y su trasero, santo cielo, eran como dos manzanas, ese Tony de mirada azul le seguía, a donde fuera.

Todos en la torre Stark notaban el intenso coqueteo entre ellos, a nadie parecía molestar, olvidaban con rapidez que Peter no cumplía la mayoría de edad. Y es que no era muy difícil, Peter media un metro noventa y dos, tenía piernas gruesas y un cerebro inigualable.

Para el cumpleaños número treinta y tres del millonario, se organiza una fiesta privada, Los Vengadores y Pepper Potts, pero el bueno de Bucky le hace una oferta tentadora a Peter.

- Te doy cincuenta dólares si te metes al pastel y le bailas a Tony.- recuerda como el soldado saca el billete.-

- ¿Y tú qué ganas con eso?.- eran casi mejores amigos, de no ser porque Bucky siempre se enojaba cada vez que terminaba sometido debajo de su cuerpo cuando se enfrentaban en entrenamiento.

- Nada. Quiero ver caer a Tony, se niega a aceptar que se muere por ti.- no es una gran motivo, pero es suficiente para él.

- Hecho.- acepta el billete y se prepara para dar el espectáculo de su vida.

Y es que nunca, nunca sintió complejos de su cuerpo, tenía una confianza excesiva, sabía que era atractivo y con un pequeño empujón tendría al millonario con él. De rodillas, de preferencia.

Y lo hizo, el pastel de cartón llegó y el salió cuando la música reventó. Había visto suficientes vídeos de pool dance para saber que hacer. Y lo hizo sin pudor.

Bailo contra Steve, contra Bucky y se restregó contra el regazo de un boquiabierto Tony Stark. Lo que siguió, fue digno de una película para mayores de dieciocho.

Tony le besó y fue llevado a la habitación principal, en brazos, como una novia. Ante la vista de todos.

Dos años después, estaba enfrente del altar, un traje blanco para él y uno azul para Tony. Fue todo muy bonito, sobre todo su luna de miel en Hawái.

No fue fácil llevar la relación, su carácter es muy dominante y el de Tony era tres veces más que el de él. Pero se las arreglaba.

Cuando discutían y Tony tenía la razón, Peter se infiltraba en las oficinas del magnate y una felación debajo del escritorio, escondido de las visitas que entraban sin avisar, o a veces si avisaban pero él ya tenía la caliente polla de Tony hasta el fondo y no podía detenerse.

Más de diez veces le envió flores a Pepper, como disculpa por haberles pillado en el escritorio, en el coche, en la sala, en el balcón. Dejo de enviarlas cuando Pepper ya ni siquiera los regañaba, solo pedía que terminaran rápido.

Su vida era adrenalina, discutir con Tony por quien iba a darle a quien, luchar contra el mal, someter a Tony contra cualquier superficie, seguir sus estudios, ver a Tony dormir, cumplir con sus misiones y besar a Tony hasta el cansancio.

Estaba por terminar su segunda maestría cuando la sorpresa llegó, vómitos y mareos, le irritaba oír a Tony comer y estaba más caliente que nunca, y que ya era mucho decir. Dos pruebas de embarazo en casa y una de sangre fue la respuesta.

Aún no tenían planes de hacer hijos, pero le daba tiempo para terminar su maestría y reacomodar su vida como futuros padres. Así que estaba feliz, el sexo ardiente no se detenía, así que seguía más que feliz.

Hasta que fue notorio y su deber como Hombre Araña tuvo que ser detenido. Estaba bien, pasó a ser el Hombre de la Silla, pero sabía que era temporal, paciencia.

Hasta que Loki apareció para "molestar" a Thor, ese dios desequilibrado, hizo una invasión y le envió a otro universo.

- Entonces, hemos aquí.- paso hablando casi dos horas y tenía sueño.-

- Santa madre, ¿entonces siempre has sido así?.- es la segunda taza de café que Bucky se servía.-

- ¿Así cómo?.- está embarazado, sí. Pero conserva su súper fuerza, listo para soltar un puñetazo si Bucky se atreve a hablar mal de él.

- De exótico.- ah, le han llamado peor.

- Gracias.- sonrie orgulloso y se estira en su silla.- Si ves a Peter, dile que estaré durmiendo.