"Vine a Escocia a morir".
Estoy cansada, solo quiero dormir, dormir para siempre.
Hace un tiempo deseé con todas mis fuerzas estar sola. Hoy, no solo estoy sola, sino que me siento sola, y no lo puedo soportar".
Gabriel, un oscuro y extraño hombre...
-'Su sonrisa es la más linda de la universidad'- Dijo Gonzalo en voz alta.
-Estás enamorado, mi amigo- le contestó Javier.
Ambos conversaban en el patio de la facultad de medicina.
-Quiero declararme y me da miedo que me rechace. Ema es tímida y no quiero incomodarla con mis acercamientos. Ella no debe sospechar que quiero ser más que un simple amigo, y odiaría que a estás alturas creyera yo solo la veo como mi hermana pequeña- dijo preocupado Gonzalo, mirando a su amigo Javier, buscando consejo y apoyo.
-Te irá bien, estoy seguro.- lo animó Javier.- Ve, Gonzalo- Te dejo, voy con mi novia Irene al cine y luego...jajaja tú sabes, brother.
-Está bien, si quieres irte y dejarme solo...dale mis saludos a Irene. Es una buena chica, eres muy afortunado.- dijo Gonzalo.
-Lo sé, Gonzalo, y tú también eres un afortunado por tener a Ema como tu futura novia. Nos vemos.
-Nos vemos.
Se despidieron, y Gonzalo caminó hacia la Biblioteca, donde estaba seguro que encontraría a Ema: en el lugar más apartado del recinto, el que da a los ventanales donde el sol cae y baña todo el lugar. Ema amaba el sol.
-¡Ema!-
-¡Gonzalo!
-Quiero hablar contigo.
-Yo también. Quiero decirte que...
-Te quiero, Ema. Ya no puedo negarlo. Te quiero como nunca he querido a nadie. Y es absurdo porque nos conocemos desde hace tan poco y sin embargo yo...
-Parece que te conociera de otro lugar, otro tiempo...desde hace muchos siglos atrás- dijo Ema sin poder contener sus palabras.
-¡Sí! ¡Tú también lo sientes!- Exclamó eufórico Gonzalo- entonces...
-Sí, Gonzalo. Yo también te quiero y acepto ser tu novia, aunque todavía no me lo pidas...- Ema estaba ruborizada, pero no se detuvo en ningún momento para darle a conocer a Gonzalo lo que sentía por él.
- Ema...'mi ángel'- Gonzalo se sintió extraño pronunciando la última frase, y una añoranza extraña inundó su corazón.
-Gonzalo yo...-
-No digas nada, por favor. Este momento es mágico.
-Nunca te lo dije pero, ¡Wow!...'eres hermoso' yo siempre te ...- Ema no pudo continuar, estaba llorando.
Por fin, dos almas viejas se reencontraban. Por fin la historia volvía a reescribirse, pero está vez, con un final distinto.
Un final feliz.
"¿Sabes? Me hubiera encantado conocerte de otra forma. No sé, en otra vida donde la felicidad al fin nos sonriera. Caminar por la luz del sol, tranquilos y tomados de la mano. Diseñar un lindo futuro juntos y...tener una familia...pero es solo un sueño...un sueño..."
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