TUS LOCURAS, SON MI DELIRIO #PGP2021

Capítulo 5

En cierto modo me siento a gusto hablando con Monti, a pesar de lo mal que me cae por su manera tan tirante  de tratarme no tiene pinta de ser tan malo como yo creo.
Pero no. Yo ya no vuelvo más a caer en la profundidad del abismo donde en la superficie hay palabras bonitas, regalos costosos y lentamente el agua te va quitando las ganas de vivir por tus lágrimas y no tienes donde aferrarte salvo tú valentía y coraje.
Sin duda alguna, no volveré a pasar por lo mismo dos veces.
A fin de cuentas Alexis Montenelli es un hombre de negocios, atractivo y más llamativo que las luces de navidad.

— Bueno, debo de irme tengo que arreglarme. Y ya sabes que una mujer tarda horas.

— De acuerdo. Yo también debo de irme. Nos vemos esta noche. — Nada más levantarse mis ojos van directos a su paquetera. Joder que bien dotado debe estar aquí el niño.
Trago saliva imaginándome muchas guarradas.
Nerviosa me hecho hacia atrás despidiéndome de él.

¡Hostias Pedrin! Qué subidón me acaba de dar.
De verdad este hombre es todo un peligro para una pobre e inocente mujer como yo.

Al llegar a la casa de huéspedes del presidente, busco a Anne. Al parecer se encuentra con Corina hablando.
Al verme Corina me saluda y me hace entrega de un vestido de fiesta y unos zapatos a juego con un bolso.
Alucinando, sin saber porqué hace esto, le pregunto.

— Corina, no es mi cumpleaños, ¿Porqué me regalas este vestido tan bonito?

— Porque sois mis amigas. Y Anne me ha comentado que no tenían nada que ponerse para esta noche. Por favor Paty acéptalo.

— Claro que lo acepto, de verdad es un gesto muy bonito. Gracias amiga. — Abrazo a Corina con afecto. La conozco desde hace poco tiempo, pero ya la considero mi amiga.

Al rato, las tres vamos hacia la habitación de Corina donde nos esperan varias esteticistas esperándonos para ponernos guapis.

Y tras horas de sesión de peluquería, maquillaje y un masaje que me ha sentado de lujo, estamos preparadas para ir a la fiesta de presentación de la colección de la firma de la empresa de Monti.
Sonrientes y sintiéndonos como cenicientas, bajamos hasta el jardín donde nos espera una limusina para llevarnos hasta el lugar.

Al llegar ya hay demasiada gente en el recibidor charlando en grupo. Corina nos presenta algunas de sus amistades, por educación nos quedamos un rato hasta que le hago una señal Anne de ir hasta donde está la pasarela para tomar asiento.

— Esto es fabuloso Paty. Parece que estemos en la pasarela Cibeles en París.

— Cibeles está en Madrid atontá. Y bueno, tiene su glamour la cosa. — Miro para todos lados, sin embargo, lo que más me gusta es el decorado. Alexis ha hecho exactamente lo que yo le dije. Qué artista estoy. Seguro que si estuvieran aquí mis padres no dejarían de darme besos.

Suspiro recordando a mis padres, cuánto los echo de menos.
En ese instante se sientan al lado mío tres mujeres más o menos de mi edad, pero eso sí con unos vestidos provocativos y un olor a perfume que me marea.

El desfile comienza. Todas las miradas están puestas en las modelos, los trajes son preciosos, me gusta todo lo que veo. De hecho se lo comento a Anne.

— Por favor, puede callarse señorita. — Me quedo mirando a la señora o lo que sea que tengo al lado.

— ¿Acaso no puedo hablar? Estoy hablando bajito no molesto a nadie.

— Me molesta a mí. — Fulmino a la señora de pelo oscuro con mechas rubias, no la soporto. Además su francés es pésimo.

— Asquerosa. — Le digo al oído a Anne y esta se echa a reír.