Capítulo 29

2.2K 207 20
                                    

La noticia de la perdida de mi bebé me estaba afectado demasiado.
Me había encerrado en cuatro en paredes de abismo llenos de culpa, sollozos y preocupación porque las cosas entre Alexis y yo comenzasen a ser como antes.

Desde que me dieron el alta, la convivencia se ha hecho más monótona con una barrera de hielo entre nosotros muy difícil de derretirse.
Alexis pasa más tiempo en la empresa que en casa, mientras que yo hago de ama de casa comiéndome la cabeza por mí maldita actitud las cosas hayan llegado a este punto.
Mis recuerdos ya estaban de vuelta en mi cabeza, haciendo que mi culpa crezca más al ver llegar a mi marido por la noche para comportarse conmigo como un robot bien educado.

Cenamos en silencio, él solo mira la pantalla de su teléfono mientras yo miro el plato buscando en la sopa fría el remedio para parar de una vez por todas está situación.

Otro día más, en el cual me despierto sola en la cama.
Me levanto para ir ha prepararme el desayuno.
Aturdida y harta ya de todo este asunto, comienzo a darle al coco buscando alguna idea que me dé la solución para traer de vuelta a mi marido.
Al bajar al salón lo veo durmiendo en el sofá.
No es la primera vez que Alexis duerme en el sofá y eso provoca que me den los siete males de tener que soportar todo esto.
Ya no aguanto más.
Sí o sí voy a remediar todo este problemón que yo misma he causado.

La mejor idea que se le ocurre es irme con él a la empresa diciéndole que hoy  tengo una reunión con Unai.
Alexis hace un mohín como si no estuviera muy conforme y a su vez guarda silencio mientras conduce haciendo que me sienta más preocupada y al mismo tiempo más decida en seguir adelante con mi idea.

Al llegar a la empresa nos separamos quedando en vernos en la noche.
Al marcharse Alexis siento un agujero profundo en mi pecho debido a que su beso no me sabido demasiado rico como me tiene acostumbrada.

En ese momento aparece Dantesco con una gafas de sol horribles y una camisa estampada como si quisiera irse a Hawaii.
Con ese don que tiene para sacarme de mis casillas en menos de dos segundos, Dantesco se para enfrente mío quitándose sus gafas para mirarme fijamente expresando su opinión de todo lo que está sucediendo entre Alexis y yo.

— Mira Paty, yo soy no quién para meterme donde sí me llaman. Porque si te digo esto es porque estoy más que harto de veros como dos amigos que han discutido y ninguno da el paso.  Sois un matrimonio, y como personas adultas debéis de hablar. Si no, ir a terapia de pareja. Pero chica haz algo.

— Dantesco he hablado con Alexis para que me perdone. Pero aunque me haya dicho que sí, siento que no lo ha hecho del todo.

— Y chica, ¿qué quieres? Entiendo que Alexis ha estado demasiado ocupado estos meses porque la empresa va a la quiebra y hay que alzarla. Llego a comprender que tú te hayas sentido molesta porque no te prestaba atención. Pero de ahí, hacer lo que que hiciste es de no tener cabeza. Mira que subirte a una pasarela en tú estado sabiendo que estabas embarazada y encima con riesgo de aborto y sin contar que te pasaste por el arco del triunfo las recomendaciones de los médicos. Y encima vas y hablas con la periodista que publicó lo que se le pegó la gana  a cuenta de qué. Eres una irresponsable Paty y una desagradecida con tu marido. Mala educada.

— ¿Has terminado?

— No. Pero debo de hacerlo por qué debemos de reunirnos con Unai para ver los detalles  del siguiente desfile y quiero acompañarte.

— Hasta donde sé Unai es tú archi-enemigo.

— Ese calvo hortera se hizo famoso a mi costa. Bueno, ahora eso no importa. Me interesa ir contigo a ver qué sucede realmente.

Dantesco tira de mí para emprender nuestro camino al lugar donde vamos a tener una reunión con Unai.
Exactamente no tengo mucha idea de dónde vamos, solo me limito a seguir a Dantesco y escuchar todo lo que me dice hasta que al fin llegamos a un gran edificio alto, gris, con ventanas de color azul marino.
Más perdida que un pollo en la granja, entramos en el edificio para encontrarnos con Unai y algunas personas más.

TUS LOCURAS, SON MI DELIRIO #PGP2021Donde viven las historias. Descúbrelo ahora