Me dejé caer en la silla de la cafetería junto a mis amigos. Estaba por sacar un cigarro cuando vi a uno de los profesores husmeando por ahí. Decidí que de momento no me provocaba ocasionar problemas y guardé la cajetilla. Andrei bromeaba sobre una gorda que había visto la noche anterior en un bar intentando hacerse al chico de la barra.
-¿No comes nada? -me preguntó Javier.
-¡Come, mierda! -Tomás me lanzó un Dorito.
Conteniendo una sonrisa aplasté su Dorito con un puño. Hernán, que había estado a punto de cogerlo hizo una mueca sobreactuada de dolor que generó más risas.
-¿Quieres que coma? -pregunté.
-Deberías -me respondió Mateo -me da hambre verte ahí sentado sin nada al frente.
-Dame tu comida entonces -sonreí engreídamente.
-Ni muerto.
-Cuidadito que ahorita te mata -bromeó Javier.
-Dámela -reí entre dientes.
-Vete a hacer cola -Mateo se concentró de nuevo en su almuerzo.
Inclinándome sobre la mesa le arranché a Tomás su bolsa de Doritos y la rompí a la mitad de la mesa.
-Coman todos, yo invito -reí.
-¡Hey! -protestó mi amigo.
-Para qué me tiras cosas, pe -le dije cogiendo un puñado de Doritos y llevándomelo a la boca generando la risa de todos.
-Te odio -rió Tomás también abalanzándose a recuperar cuantos Doritos podía que resultaron ser pocos porque todos se habían lanzado a atacar.
-Bueno, bueno, dejémonos de tonterías -Hernán consiguió algo de silencio -vamos a lo interesante.
Todos lo miramos atentos. Cuando sus ojos se clavaron en mí, tenían un brillo malicioso que identifiqué con facilidad y supe al instante a qué se refería. Mierda.
-Castiel, ¿qué travesura estuviste haciendo en mi casa de playa todo el fin de semana?
Mis amigos empezaron a hacer bulla y a burlarse.
-De todo -respondí en tono de broma.
-¿Con cuántas? -preguntó uno.
-Con más de las que tú tendrás en tu vida -me burlé.
Los demás rieron a carcajadas.
-Pero hablando en serio -insistió Hernán -¿Qué fue?
-Quería apartarme de la sarta de basura que son ustedes al menos unos cuantos días.
Bromeamos un poco más al respecto, pero me negué a decir palabra alguna sobre lo que había pasado ahí en realidad. Pronto se aburrieron de persistir e iniciaron diferentes temas de conversación por toda la mesa. Hernán, que estaba a mi lado me miró en silencio, estudiándome mientras Javier empezaba a debatir que chica estaba más buena en la cafetería. Fingí interés en la conversación y Hernán hizo lo mismo, aportando con sus propios comentarios.
-¿Saben quien está hecha una diosa? -Mateo comentó -Miren a las y cuarto.
Todos giramos hacia la mesa que estaba indicando. Un grupo de chicas reía y conversaba.
-La pelirroja -especificó y todos asentimos acordando con él.
-Pero Jane está mejor -afirmó Tomás.
Al instante inició una discusión a la que Javier no perdió tiempo para sumarse.
-¿Sabes quien también está re-buena? -Hernán me dio un golpecito en el brazo -la chica esta que te chuntaron como castigo.
ESTÁS LEYENDO
The Real Bad Boy (PUBLICADO)
Teen Fiction-Ni sueñes con que pasará el estúpido y típico cliché. -¡Pues me alegro! -¿Ah sí? A mí me parece que ya estás loquita por mí. -¡Loquitas tus neuronas! Tú eres el que sueña con el cliché. Bien que te mueres de ganas de que me enamore de ti. -Si quisi...