-Ya pues, hermano... si la cosa es seria ¿no piensas formalizar?
Miré a Hernán extrañado a la vez que sorprendido. No sabía qué era más raro: que él pensara en formalizar o que me animara a hacerlo.
-Dijiste que querías a la flaca -se encogió de hombros.
-Yo...
-¿Total? -me encaró -¿La quieres o no?
Mi asombro no tenía límites. Jamás habría pensado oír a Hernán hablando así.
-Sí... -mascullé no muy contento de haberme visto obligado a decirlo.
-Sí... ¿qué?
-Sí la quiero -reconocí un poco a regañadientes y otro poco nervioso.
-Eso es un buen progreso -me felicitó Hernán.
-Pero no significa que me tenga que comprometer -aclaré.
-Comprometer tipo casarse, obvio que no pero ¿por qué no le pides para estar?
Me detuve en seco.
-Okey ¿Quién eres y qué carajo hiciste con mi amigo? -lo encaré.
Antes de que pudiera contestar, Andrei nos alcanzó, acoplándose a nuestra caminata.
-¿Qué pasa? -preguntó dándome unos golpes en la espalda.
-Nada -dije más apresuradamente de lo que me hubiera gustado.
-Ah... hablan de la flaquita -sonrió empujándome en plan de broma.
Si en ese momento hubiera tenido un cigarro, me habría dado un buen atorón con el humo. ¿Cuándo es que yo y mis asuntos se habían vuelto tema de conversación general?
-Tranquilo -rió -ya todos sabemos que estás templadaso hasta la médula.
-¿Templadaso yo? -hice un gesto despectivo.
-No, Sarita Colonia -se burló a la vez que levantaba rápidamente la mirada a los cielos como pidiendo perdón -obvio que tú.
Le lancé una mirada furiosa a Hernán que se limitó a encogerse de hombros.
-Aún no lo admite ¿verdad? -Andrei intercambió una mirada con mi hermano.
Para mi sorpresa Hernán soltó una especie de suspiro exasperado, como si yo no tuviera remedio.
-Son un par de imbéciles -los miré asombrado.
-Yo me encargo -anunció Hernán como si yo no estuviera ahí mismo.
Andrei le deseó suerte y se alejó hacia el otro lado del jardín donde se aseguraba de que no lo llamaran a clases.
-¿Por qué tanto interés en que "formalice"? -encaré una vez más a Hernán.
-Porque su amiga Melanie está buena y quiero hacérmela -me demoró unos instantes darme cuenta de que bromeaba.
Ante mi mirada seria corrigió:
-Porque se ve que es una chica que vale la pena y porque te hace feliz, hermano. Aunque no lo admitas, aunque finjas que todo esta igual, esa chica te hace bien, te alegra y creo que tú también le haces bien a ella, a tu manera, claro -alcé las cejas al oír lo de "a mi manera".
-Amarrarme no es lo mío.
-Ya estás amarrado y sin remedio -replicó Hernán.
-Estamos bien -le aseguré -no voy a forzar algo solo porque me presiones a hacerlo.
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The Real Bad Boy (PUBLICADO)
Teen Fiction-Ni sueñes con que pasará el estúpido y típico cliché. -¡Pues me alegro! -¿Ah sí? A mí me parece que ya estás loquita por mí. -¡Loquitas tus neuronas! Tú eres el que sueña con el cliché. Bien que te mueres de ganas de que me enamore de ti. -Si quisi...