Tsukishima había visto aquella escena en decenas de películas, leído en distintos libros a lo largo de su vida. Un golpe, un accidente de auto, una caída, dolor, preocupación, emociones nuevas en poco tiempo antes de que aquella persona recuperara ante una fuerte emoción o una situación todo recuerdo perdido.
Pero aquellas letras, esas escenas vistas, no lograban capturar la auténtica preocupación cuando ves en la camilla sin despertar a la persona que amas; Los primeros días sin poder dormir, la angustia cerrándote la garganta y el ardor en los ojos por las lágrimas que luchaban por salir cuando sufres el dolor más desgarrador de tu vida. Una mano agarrando tu corazón y apretándolo con fuerza, cuando los ojos que brillaban todos los días al verte no te reconocen, y de un momento a otro te vuelves un completo desconocido.
Te aferras a las promesas, a los resultados positivos, los ánimos, la esperanza de que pronto todo vuelva a ser como antes. Tiempo al tiempo y mejoraría, recuperaría aquella sonrisa única que le dedicaba día a día.
Cuando alguien me amaba
me sentía tan feliz...
los momentos que pasamos
los recuerdo bienEstuviste ahí todos los días, ya no eras un desconocido, pero no podías decir quien eras antes. Tu preocupación autentica, tus esperanzas por recuperar cada recuerdo, por pequeño que sea, te hicieron ganar un lugar en esa nueva vida que tenía. Incluso sin recordarte aprecia tu tiempo, tus ánimos, porque él era así. Bokuto era alguien agradecido, su verdadera esencia nunca se perdió, sólo los años en que ellos desarrollaron su relación.
Siempre en su casa
yo sus lágrimas sece
su alegría compartí también
cuando me amo...Fue paciente, siempre lo fue y más con él, que ahora sufría por no recordar. Por sus amigos, su familia, su entorno que respetaron en todo momento no decir nada de ellos dos. La vida continuaba, volvía a adaptarse y maravillarse como la primera vez en todo lo que ese tiempo consiguió. Siguió allí en las noches de dolor, de lagrimas de impotencia, era su compañero, su amigo, aquel a quien le entregó su corazón y que no dejaría solo.
De estación en estación
entre los dos había unión...
y nada más nosotros como debía serLo llevó a cada lugar que visitaron, su cuerpo no olvidaba los olores, la emoción y el regocijo que había experimentado. Veía esa sonrisa que iluminaba todo alrededor, aunque no era completa como antes. Aquel brillo en sus ojos era como cuando se conocieron por primera vez, donde el aprecio y cariño eran casi nulos, pero que no dejaría que eso lo desanime.
Había tantas promesas por cumplir, tantas palabras dichas entre las sabanas en las mañanas y noches que esperaban por realizarse.
Y si solo estaba lo solía acompañar
así fue cuando me amo...En los libros y películas todo pasaba demasiado rápido. El tiempo resumido en minutos, pero era una espera eterna que no sabías cuando tendría fin en la vida real. Las palabras alentadoras no vuelven a ser pronunciadas como al principio. No había diagnóstico que dé una solución, ni que hiciera las esperanzas regresar ni los recuerdos aparecer.
El tiempo paso yo soy igual
más poco a poco me olvido
solo me quede
pero espero aun oír
su voz diciendo
yo te amo...Cada día estuvo ahí, quería presenciar cuando sus ojos volvieran a verle como aquella mañana tan lejana en que susurró su nombre. Aquel día en que todo cambió. Pero ese brillo, cuando regresó, no fue para él. Su alegría, su emoción, su amor, ya no era suyo, sino de alguien más. Fue ahí cuando supo que no volvería a despertar a su lado otra vez, besar sus labios y amarlo con libertad en la intimidad. Aquellos recuerdos que solo Bokuto tenía de él, se borraron para siempre, porque fue el único en su vida.
Se alejó para evitar sentir más dolor. Se había prometido hacerlo feliz y lo era ahora sin estar a su lado.
Olvidado estaba
cuando él me encontró
me sostuvo como antes
y luego me sonrióDos años en que tardó para que las heridas dejaran de sangrar. El consuelo, el cariño de su alrededor nunca lo perdió, pero comprendieron que era lo mejor al no ver que todo volvería a ser como antes. Seguiría adelante, como él lo hizo, a pesar de no verlo ni escuchar de su vida. Tsukishima trabajaba de lo que siempre deseó, algo en que nunca se lo toparía, pero estaba aquella escena cruel de reencuentro donde una persona efusiva, como lo era Bokuto, no dudaba en abrazarte.
Un encuentro casual, los recuerdos nuevos del pasado seguían en aquella alocada cabeza de cabello parado que adoró alguna vez acariciar. Nunca olvidaría como se sentía entre sus dedos, era un recuerdo lejano, pero que no se borró en todo ese tiempo. Y aunque sea solo una vez, una última vez, quería volver a sentir.
Su mano subió y acarició un fino mechón antes deslizarse suavemente delineando el contorno de aquel rostro sorprendido, que se movió como una vez hacía unos años, permitiéndose acomodar en su palma que envolvió con la propia antes de apartarse con lentitud y confusión.
Pues me amaba...
si me amaba...Su cuerpo no lo olvidaba, lo extrañaba, lo amaba y anhelaba tanto como todo su ser. Pero ya no era de él, sino de aquella misma persona que apareció a su lado y a quien le entregó su corazón, porque no había recuerdo de cuando le prometió que sería suyo para siempre.
Volteó en silencio para mezclarse con la gente, teniendo aquel hermoso recuerdo de su mirada brillante, su sonrisa radiante a pesar de no ser para él, pero conservaba en su mano la calidez que le envolvió como los hermosos recuerdos que conservaba en su mente y corazón.
Cuando alguien me amaba
me sentía tan feliz
los momentos que pasamos
los recuerdo bien
cuando me amo...

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30 vidas no es suficiente
Random30 días Challenge con la pareja BokuTsukki. Imagen de la portada, créditos correspondientes a su artista. Los personajes no me pertenecen. Pertenecen a Haruichi