— Wooseok, ¿Eres omega?
Tras decir esa simple pregunta el rostro de Yuto quedo empapado, culpa de que Wooseok haya soltado todo el agua que estaba bebiendo al atorarse. Las gotas cayendo por el rostro y cabello del japones, quien intentaba limpiarse con un trapo que tenía cerca.
— ¡¿Qu-Qué pregunta es esa?! Dios, ya tuvimos esta conversación antes, Adachi, yo no tengo ce-
— Si, si, si, no tienes celos. Lo sé, pero la supuesta omega con la que estuviste me confeso que es beta y que era la primera ves que te besaba. —El alfa intento contener su sonrisa. ¡Había pasado días pensando en que sucedía y había llegado a una conclusión!—. ¡Tal vez eres de esos omegas que se presentan tarde! Por eso recién estas empezando a soltar ese aroma dulce a veces y otras veces no.
— Yuto... —Que Wooseok hablara con seriedad era algo raro, cosa que hizo que un sentimiento extraño se colocara en el pecho del mayor—. Mentí con lo de la omega, si... Lo siento por eso, estaba nervioso... Pero no soy un omega... Solo... Tengo ese aroma a veces porque me gusta usar perfumes... Pero no tomé en cuenta de que ustedes son más sensibles a esos aromas y podría no agradarles...
— Ya veo...
Todo quedo en silencio por un par de minutos, en los cuales el maknae calmó sus nervios lo suficiente como para volver a agarrar su vaso de agua, buscando beber esta como lo había querido hacer antes.
— Pues que lastima que seas beta, porque me gustas.
Y ahí, nuevamente el rostro de Yuto fue el blanco del agua que el más alto había escupido, pero esta vez Adachi solo pudo sonreír al ver el rostro todo rojo del menor y deleitándose por un detalle que casi le hizo ronronear de gusto.
El aroma a caramelo se había empezado a sentir en el ambiente.
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Adachi Yuto era un alfa bastante extraño y diferente al resto.
Su aroma no era tan fuerte como debía serlo, no era conflictivo o territorial a menos de ser necesario, era callado, no se creía mejor solo por su rango, no buscaba llamar la atención de nadie y menos aún de omegas, era abierto a sus emociones, no tenía miedo de llorar o de demostrar cariño a las personas que creía importante.
Era alguien que ponía muy nervioso a Wooseok, quien se encontraba procesando aquellas palabras que el más bajo le había dicho hace un par de días. ¿Le gustaba a Yuto? Eso debía ser un chiste, una broma de mal gusto, algo que hacía para divertirse...
Y le dolía porque a él si le gustaba el japones.
Adachi había sido su primer amigo cuando empezó a entrenar en la empresa, era quien fue su mejor amigo por años, quien le tendía la mano siempre que lo necesitaba, era quien hacía palpitar su corazón desde que era un adolescente y el debut se veía muy lejos.
Por su cabeza pasaban cientos de recuerdos, momentos que había pasado junto a Yuto, las cientos de veces que hablaron toda la noche, las veces que hicieron un fuerte de mantas para ver anime juntos, las veces que uno se quedaba cuidando del otro en el caso de estar enfermo, las ocasiones donde soltaban sus inseguridades, sus lagrimas y sus risas.
Le había sido imposible no enamorarse del de tez canela.
Con todo eso en mente, Wooseok empujo dentro de su boca tres píldoras de color rojizo junto a otras dos píldoras de color amarillo, pasando estas por su garganta con ayuda de un poco de agua. Sus ojos ardían un poco al ver las tabletas que el medico le propinaba sin falta desde hace ya cinco años. A veces, cuando tenía una agenda muy apretada preferían usar inyecciones que le permitirían sostener el efecto por tiempo más prolongado.
Ese ultimo tiempo habían tenido que subirle la dosis al ver que los efectos habían empezado a fallar; según el profesional de la salud, su cuerpo ya había generado una resistencia a los químicos y por ende, debían ir pensando en otras alternativas. En la conversación también había surgido la idea de abandonar su medicación por un lapsus pequeño de tiempo, lo cual fue rechazado tanto por él como por el manager, quien siempre le acompañaba para confirmar que la salud del alto idol estuviera bien.
Cuando terminó de beber el agua lavó su rostro y manos, saliendo del baño y encontrándose que Shinwon estaba allí, a punto de tocar la puerta para saber si estaba ocupado. Tras una inclinación de cabeza el maknae se alejó de allí, pero se detuvo unos pasos después cuando escucho que le llamaban.
— ¡Wooseokkie! ¿Esto es tuyo? —En la mano del de cabello castaño estaban los dos botes que usaba para guardar sus píldoras, cosa que asintió mientras se acercaba con cierta vergüenza—. ¿Qué son? Huelen raro.
— ... Son para mis alergias, hyung... Para mis alergias.
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❀ ℰ𝓃𝒹𝓊𝓁𝓏𝒶 𝓂𝒾 𝓋𝒾𝒹𝒶 ❀ ▻ PENTAGON
ФанфикSi había algo que describía a todo Pentagon en general, eso era la confianza. A pesar de diversas castas, todos confiaban entre si, no había secretos o mentiras de por medio. Eran felices con la transparencia que manejaban... Pero... ¿Qué era ese ar...