¡Dr.BeBe se había estrenado con éxito!
El lanzamiento del MV había sido algo asombroso para todos los integrantes de Pentagon, aún recordaban lo sorprendidos que estuvieron al ver el producto final, la calidad del vídeo y las actuaciones combinándose tan bien que les hizo sentir escalofríos.
¡Y las presentaciones eran algo que estaban disfrutando mucho!
A pesar de estar exhaustos no querían detenerse, querían seguir y poner más fuerza con cada presentación, deleitándose cuando la gente les dedicaba palabras positivas sobre su desempeño como grupo en el escenario.
En esos momentos estaban en uno de los camerinos, las estilistas moviéndose de aquí para allá en busca de arreglar sus apariencias, los productos para el cabello y las vestimentas apareciendo tan rápido que sorprendía a todos.
— Yuto-ah, ¿Puedes quitarte la playera? ¡Conseguimos este saco para ti! —La estilista que se encargaba del japones dejó ver una amplia sonrisa, mostrando aquel saco negro que habían modificado exclusivamente para el rapero, notándose en este la particularidad de que su manga derecha había sido retirada y puesto un par de correas en su lugar—. Esto dará una buena imagen y-... ¡¿Qué son todos esos rasguños?!
La aguda y sorprendida voz llamó la atención de todos allí, quienes se voltearon para ver el torso expuesto de Adachi y el cual no comprendía la razón por el cual la mujer había gritado.
Claro, Yuto ignoraba los rasguños que aún yacían en su espalda, hombros y costados, que si bien ya varios habían curado, había otros que estaban rojizos como si fueran reci-
— ¡Wooseok-ah! ¡Por favor, la próxima evita rasguñarlo una noche antes a una presentación! ¡Gracias!
Todos no pudieron evitar reír ante aquel llamado de atención, mientras el chico mencionado no hizo más que encogerse de hombros con gran pena, su rostro rojo de verguenza pero intentando mantener la compostura, casi tentado a hacer un puchero mientras escuchaba como su propia estilista reía sin dejar de maquillar las marcas en su cuello.
— ¡Hey! ¡Igual Yuto-ah debería tener cuidado con los dientes! ¡Por poco tengo que dejar todos mis correctores y bases en el cuello de Seokkie-ah!
Esta vez fue el turno del japones de ruborizarse, carraspeando su garganta e intentando centrarse en colocarse bien el saco de la presentación.
Cada estilista allí no dudo en empezar a bromear con ellos, mencionando las miles de ocasiones donde habían tenido que maquillar ''marquitas de amor'' de los cuerpos de varios allí, Jinho quejándose cuando se mencionó sobre la vez que por poco y no habían podido ocultar una marca morada en su cuello, Hongseok buscando justificarse sobre la anécdota de cuando llegó con un camino de chupones en su bajo vientre. Al fin y al cabo, todos tenían sus situaciones vergonzosas que trajo más calma en la pareja más joven del lugar.
Cuando todos estuvieron listos fueron llamados al escenario, siendo el maknae el único que se quedo a un lado, pero no dudo en tomar a su alfa por los hombros, acercándole lo suficiente como para robarle un pequeño y tímido beso, queriendo no sentirse intimidado de tener todas las miradas sobre ellos.
— ¿Este es un beso de buena suerte? Porque creo necesitar mucha. —La sonrisa de Adachi se amplió un poco tras hablar, pasando sus manos por las caderas de su alto omega, emitiendo un ronroneo algo fuerte ante el dulce aroma que este dejaba sentir—. Cada día hueles mejor.
— Aishhh, cállate... Hey, Yuto.
— ¿Si, cachorro?
— Te amo.
Todos los demás integrantes del grupo rieron al escuchar lo que fue un intento de murmullo del maknae, dedicándoles miradas cargadas de diversión al notar todos los besos que ahora el alfa intentaba darle pero a los cuales el omega huía, poniéndose en punta de pies para sacar provecho de su altura.
Al fin y al cabo, ambos eran una pareja bastante bonita.
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❀ ℰ𝓃𝒹𝓊𝓁𝓏𝒶 𝓂𝒾 𝓋𝒾𝒹𝒶 ❀ ▻ PENTAGON
ФанфикSi había algo que describía a todo Pentagon en general, eso era la confianza. A pesar de diversas castas, todos confiaban entre si, no había secretos o mentiras de por medio. Eran felices con la transparencia que manejaban... Pero... ¿Qué era ese ar...