❀ ℰ𝓃𝒹𝓊𝓁𝓏𝒶 𝓂𝒾 𝓋𝒾𝒹𝒶 ❀ ▻ PENTAGON

⓿⓿❹

Yuto se sentía molesto.

Todos estaban en la sala de ensayo, quietos y en silencio. Hui y Wooseok unos pasos adelantados para estar aún más cerca del coreógrafo, quien no paraba de gritar los errores que habían tenido las últimas veces.

Había sido Wooseok quien cometía más errores, pero lo veía como algo usual, la coreografía que practicaban tenía movimientos que para alguien tan alto como el maknae le resultaría complicado e incómodo, pero aún así este insistía en seguir intentándolo.
Hui, como el gran líder que era, no dudo en ponerse a la par del miembro más joven de su manada para apoyar a este, discutiendo un poco con el beta mayor que buscaba hacerles ver como estúpidos.

En el momento en que el coreógrafo levantó su mano y Wooseok cubrió su cabeza, un fuerte gruñido abandono la garganta del japonés. Yuto fue rápido al acercarse, tomando con fuerza el brazo levantado del coreógrafo, quien le miró con gran sorpresa por su atrevimiento.

— Tócale un solo cabello... Y te arrancare la yugular de un mordisco.

Aquella voz usualmente profunda y que ahora estaba cargada de rabia hizo que los omegas en la sala temblaran un poco, siendo el mismo Yuto quien captó como el maknae se encogió de hombros, justificando ello al rejunte de emociones que debía tener.

— Yuto, a tu lugar. Y usted hyung... Con todo respeto le pediré que no se le vuelva a ocurrir intentar golpear a uno de MI manada... O me veré en la obligación de hablar con los superiores.

Hui siempre había sido un alfa tranquilo, pero en ese momento su voz estaba carente de emociones, demostrando que no dudaría en proteger a los chicos a su cargo.

El beta mayor chasqueo su lengua en desagrado, moviendo bruscamente su brazo para soltarse del agarre del alfa japonés, quien le dedicó una mirada bastante hostil.

Cuando el camarógrafo se fue, toda la tensión de la sala empezó a aligerarse. Pero Yuto solo podía centrarse en rodear con sus brazos al chico más alto, quien se aferró a él como si su vida dependiera de ello.

Fue en ese momento donde sus manos pasaban por la espalda de Wooseok y su nariz por su cuello que sintió el olor casi imperceptible del caramelo y vainilla.