⓿❷❽

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Ambos se mantuvieron en la sala.

Yuto había optado por sentarse en el suelo, cosa que Wooseok le imitó con cuidado por su lesión, casi suspirando de alivio cuando su espalda quedo pegada al pecho del alfa; quien en ningún momento le había soltado desde que le confeso saber sobre su verdadera casta.

Calmar su llanto y sus emociones le costó un par de largos minutos, en los cuales se centro en recibir cada caricia que el japones le brindaba a su cabello o a su cuello, siendo este ultimo el que recibía unos pequeños besos que le daban algo de cosquillas. 


— ... Yuto... ¿Por qué...? ¿Por qué... yo? Hay... muchos omegas pequeños, delicados... con aromas increíbles... ¿Por qué yo? —El alto chico por poco tuvo que contener otro sollozo cuando su voz se hizo presente, su tono más profundo de lo habitual debido al llanto.

— Wooseok, tu eres precioso, eres dulce, agradable, tu aroma me encanta, ¿Por qué piensas que hay algo malo contigo? Para mi no tienes nada que envidiarle a otros omegas, eres... perfecto. 

— P-Pero... Mírame... —Sus ojos aún brillantes en lagrimas se fijaron en el espejo, detallando su propio reflejo como mil veces lo había hecho en el pasado, encontrando todo lo que estaba mal con él—. Todos creen que soy un alfa cuando me conocen... Los omegas son pequeños... Y yo supero el estandar de un alfa... Los omegas tienen aromas suaves, yo tengo un aroma empalagoso... Los omegas tienen voces delicadas y yo tengo voz profunda... 

— Pues supongo que lo que tu crees que son defectos, para mi es lo que te hace sobresalir entre todos lo demás. —Yuto no perdió el tiempo en murmurar contra una de las orejas de su pequeño gigante, tomando las manos de este para así entrelazar sus dedos entre si—. No me importa nada de lo que has mencionado, yo te amo y no tengo problemas en recordarte lo perfecto que eres cada día que pase. Y si algún día tenemos cachorros podemos-

— No... No los tendremos, Yuto. —La frialdad y tristeza que envolvieron esas palabras hizo que el alfa se quedara quieto, con una curiosidad latente sobre ello—. Por casi seis años... Me he mantenido usando bloqueadores de celo... Todos los días, sin falta, he tomado las pastillas... Mi cuerpo se fue acostumbrando y las dosis que tomaba tuvieron que aumentar, cambiar a formulas más fuertes hasta que... En el ultimo chequeo me dijeron que soy estéril, fue.. un efecto secundario del abuso de los bloqueadores.


Estéril.

Esa palabra parpadeaba en la cabeza de Yuto cientos de veces, una tristeza latente inundando su cuerpo, sus pensamientos; su pantera emitiendo un sonido de dolor. Pero lo que más sintió fue impotencia de no haber podido estar junto al menor, porque notaba en la tensión de este que era un tema que le afectaba muchísimo.
Y el recuerdo del menor con aroma a caramelo quemado vino a su cabeza, dando una razón a ese aroma tan diferente al suave y dulce al que estaba acostumbrado.


— No importa, cachorro. Me basta con tenerte a ti y si algún día quieres hijos... Podemos pensar en adoptar. —La idea de la adopción hizo sonreír un poco al japones, abrazando con más fuerza al alto omega, rozando su nariz contra su nuca, casi ronroneando cuando un casi imperceptible aroma a caramelo se empezó a notar.

— Yuto... Por seis años... he ocultado esto... Espero entiendas que quiero seguir guardando el secreto. —Por más que el peso de sus hombros se había aligerado, sabía que aún debía fingir frente a todo el resto.

— Vale... Los supresores y los bloqueadores... ¿Por qué empezaste a usarlos? No creo que los hayas empezado a usar por gusto... 

— ... Faltaba poco para que debutemos. — Un suspiro tembloroso abandonó sus labios cuando su mente le llevó a ese momento que mencionaba, sus dedos apretando los contrarios—. Todos esperaban que fuera alfa, daban por sentado que iba a ser uno... Y cuando empece a sentir calor en medio de un ensayo individual todos se pusieron felices... Eso hasta que sintieron un aroma dulce...

— Tomate tu tiempo, no voy a presionarte a que me cuentes.

— No... Quiero contártelo... Lo que pasó fue lo siguiente.

❀ ℰ𝓃𝒹𝓊𝓁𝓏𝒶 𝓂𝒾 𝓋𝒾𝒹𝒶 ❀ ▻ PENTAGONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora