16

1.7K 168 23
                                    

Había aceptado mi destino, eso no quería decir que no tuviera sentimientos encontrados, no amaba a Joel pero cuando vi que esa Omega se acercó para abrazarlo sentí una punzada en mi pecho.

Cuando salí del baño había ropa, decidí tomar lo más calientito, hacia demasiado frío y me puse la chaqueta de Joel por encima de todo. Aún me ardía la marca y su olor disminuía el dolor.

- Si buscas la otra cama no la encontrarás -entra Joel- no pediré otra cama -me entrega unas cobijas- no quieres dormir conmigo, bien, te quedarás en el sofá... Ha menos que cambies de idea -susurra acariciando mi rostro-

- Jamás

- Bien -suspira- una cosa más -me jala para verme a la cara- ¿Cuando es tu celo Erick? -lo mire extrañado- responde

- Tres meses

- Bueno el mío es en seis, si captas verdad -negué- vendrás a mí cariño, vendrás a implorar que te deje dormir en esa cama -señala- mientras disfruta de la tuya -salio del cuarto-

Todo era un desastre me sentía demasiado inquieto habían pasado más de dos semanas y aún no lograba salir de la casa, parecía una cárcel, Francisco tampoco había regresado, apenas y cruzaba palabras con Joel, pero lo que realmente me jodía era el recuerdo al ver a todas esas personas sufriendo por el frío o por hambre, no me dejaban en paz, necesitaba hacer algo.

Baje, quería ir al pueblo.

Mire a Joel y sus amigos en la sala, caminé hacia la puerta tratando de no hacer ruido.

- ¿A dónde vas Erick? -aprete lo ojos maldiciendo internamente, había olvidado que ahora tenía aroma- te he preguntado algo... responde

- Al pueblo -lo mire-

Todos comenzaron a reírse de mi.

- Pasa de las cinco, nadie sale aquí después de esa hora -dice Zabdiel-

- ¿Porque?

- Toque de queda -habla Oriana rodando los ojos- aquí no es tu pueblo Erick, ve aprendiendo las reglas

Joel toma mi brazo y jalandome camina hacia la habitación para aventarme dentro.

- Me lastimas Joel...

- ¿A donde crees que ibas?

- Al pueblo -acaricie mi brazo-

- Me crees estupido -habla cerca de mi cara acorralándome contra la pared- respóndeme Erick -da un golpe a la pared que logra asustarme-

- Al pueblo Joel, iba al pueblo lo juro

- Te ibas a escapar verdad -negué-

- No conozco a nadie aquí

Ser valiente no era una opción, mi Omega siempre bajaba la guardia ante la presencia de su Alfa.

- Bien a qué ibas al pueblo

- La gente se está muriendo aya afuera

- No te perjudica en nada

- Claro que sí -lo empuje- no quiero ver a gente muriéndose de hambre cuando aquí dentro sobra comida -me mira sorprendido- no dejaré que esa gente muera Joel, no me importa si tengo que enfrentarte a ti o a tu padre, los ayudaré -hable frustrado- se que no es mi pueblo, pero son personas y nadie merece morir así -lo mire con suplica-

- Mañana -lo mire extrañado- mañana iremos, ahora duerme, estas temblando -dice con sus manos sobre mi rostro- no quiero que te enfermes, hoy habrá una helada

- Hace frío -mordí mi labio- manda frazadas -puse mis manos sobre las de él- porfavor Joel

- Quédate conmigo -relame sus labios- duerme conmigo Erick -me aleje caminando hacia la ventana- haré lo que quieras, pero quiero dormir como un matrimonio normal, es lo único que te pido -dice a mis espaldas-

Joel se estaba aprovechando, al ver qué no respondía escuché como abrió la puerta.

- Okay acepto, pero necesito ver cómo las llevan -me sonríe pero no correspondo-

Bajamos hacia la entrada, Joel comenzó a dar la orden. Llevaban una pila alta de cobijas.

- ¿Que haces Joel? -rodee los ojos al escuchar su estupida voz-

- Está helando, necesitan frazadas afuera

- Vaya hasta que haces algo bien -dice Zabdiel- gran idea

Joel me mira y toma mi mano, no la suelto en realidad me tranquiliza.

- Fue idea de Erick -me abraza por la cintura- quiero que el pueblo lo sepa, cada cobija que den digan que el nuevo Omega la ha enviado.

- Joel no, eso no es necesario

- Tienen que enterarse quien los ha salvado está noche -besa mi frente, logrando que me sonroje-  quiero canastas llenas de comida para mañana a primera hora

- Me quedaré contigo a supervisar que todas las mantas sean entregadas -habla Oriana- y la comida también

- Si claro...

- No -interrumpí- tu puedes hacerte cargo sola -tome la mano de Joel-

A pesar de todo era mi Alfa, no dejaría que lo tocaran, algo estaba surgiendo en mi interior que me hacía sentir celos cada que ella se acercaba.

- Mañana iremos al pueblo temprano necesitamos dormir verdad -lo miré- nosotros entregaremos la comida juntos verdad

- Tienes razón -suspira- es mejor que descansemos, mañana será un día muy pesado.

Subimos a la habitación y nos recostamos en silencio, me aleje lo más que pude pero el jodido frío no permitía que me calentará; mis pies estaban congelados al igual que mis manos a pesar de estar cubierto, mis dientes comenzaron a temblar logrando que Joel se sentará.

- Estás helado cariño -toca mis manos- ¿Quieres otra manta?

- No sirven -susurre-

- Aumentare la temperatura -lo detuve y negué- te vas a congelar Erick...-acaricia mis manos tratando de darme calor-

- Solo no sueltes mis manos

Me concentre en aquel calor que generaba Joel, al parecer también lo sintió y comenzó a acercarse para calentarme con su cuerpo.

- Puedo -relame sus labios y yo asiento-

Joel me abraza por completo pasando sus manos por mi espalda y nos cubre, yo me acurruco en su pecho escondiéndome en él.

- Ya está -susurra besando mi frente- ya está cariño

A pesar de todo Joel logra calmar mi alma, siempre me cuida justo como prometió.






















Alguien más tiene frío y quiere un abrazo de esos??

Nuevo capitulo voten y comenten si les gusta

All the love ❤️

Destinados ||Joerick||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora