Destinados ||Joerick||

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Continuaba en el piso de la capilla, la verdad es que perdí la noción del tiempo.

Seguía aferrado a la foto de Joel y no había parado de llorar.

- Erick -susurran- hermanito...

Se sienta a mi lado y me abraza por los hombros.

- Erick, lo siento tanto -tambien la abracé-

- Me quiero morir -sollozce- Lali, yo me quiero ir con Joel

- No Erick -toma mi rostro- tienes a Joelito -baje la mirada- tu hijo te necesita, tienes que ser fuerte por él y por que Joel no hubiese querido que dejarán a su hijo atrás

Tenia razón.

- Ahora también tienes un clan en tus manos

- Solo soy un Omega -susurre-

- Te conozco Erick, si alguien va lograr sacar este clan adelante serás tú, si, eres un Omega; un Omega que hizo que las guerrillas terminarán, que ha creado su propio abastecimiento, que hizo que en el ejército participarán los omegas, un Omega que logro enamorar a Joel

- Me va hacer mucha falta Lali -mordi mi labio inferior tratando de no llorar-

- Losé -dice también entre lágrimas- y no existen palabras de consuelo que borren tu dolor, pero tienes que ponerte de pie y ser aquel Erick que nadie lograba derrumbar -asentí-

Joel solo se fue porque confío en mi.

- Vamos -se levanta- tienes que ir a tu hogar

Tomé su mano y caminamos abrazados hasta llegar a casa.

Entramos.

- ¿Qué hacen ustedes aquí?

- Erick, hijo

- ¿Porque no me dijiste que habían venido? -la miré-

- No lo sabía Erick, yo, yo vine con Nick

- Largo de aquí -señale la puerta- acaba de terminar el funeral de mi esposo, no quiero ver a nadie, menos a ustedes 

- Cariño, necesitamos hablar

Sentí que golpearon mi corazón; así era como me llamaba Joel.

- No me digas así -llore- tu, tu no puedes llamarme de esa manera -Lali me jala- no me digas así -solloce-

- Tranquilo Erick -susurra-

- Escucha a tu padre hijo  -interrumpe madre-

No dije nada.

- El consejo está aquí -mi pulso aumentó- quieren hablar contigo

- ¿Conmigo? -fruncí mi ceño-

- Así es, Omega -me gire-

Todos hacen un reverencia al ver al Alfa Walter, a excepción de mi, no estaba de humor.

- Eres el Omega del Clan Pimentel, me enteré de la traición al gran Valle Amanecer

Esta gente no tenía escrúpulos, mi esposo acaba de fallecer y a ellos no les importa.

- No hubo traición -dije entre dientes-

- Erick -regaña padre-

- No, no me voy a callar, no hubo traición, éramos destinados

- Eso ya no importa -habla con superioridad- Joel está muerto -se encoje de hombros- su nombre queda limpio, no habrá cárcel para usted siempre y cuando cumpla con las condiciones