Destinados ||Joerick||

37

El celo de Joel duro toda la noche y parte del día, ahora se encontraba dormido y decidí tomar un baño. 

Me mire en el espejo, mi cuerpo estaba lleno de moretones y grandes marcas de las manos de Joel, al igual que de mordidas. La marca en mi cuello estaba color morado y aún tenía sangre a su alrededor. 

Sentí la presencia de Joel y lo miré a traves del espejo. 

- Joel -me cubrí- déjame cambiar 

Es ridículo, pero aún no me acostumbro a qué Joel me vea desnudo. 

Me ignoro y camino hacia mí sin decir nada. Me inspecciono con su mirada, pude ver arrepentimiento en sus ojos. Atacó mi cuello, lamiendo la herida, solté un jadeo y solo me aferre a sus brazos; se mantuvo ahí, hasta que la sano por completo. 

- No volverá a pasar -se separa- no debí aceptar -lo mire extrañado- el celo Erick, por esto no quería pasarlo contigo, mira como te deje 

Sentí una punzada en mi pecho, me estaba despreciando. 

- Estoy bien -susurre- no paso nada 

- ¿Ha si? -toma mi rostro logrando que lo vea- mírame y dime qué no te hice nada, que no intente matarte 

Baje la mirada al recordar cómo casi me desangró. 

- Vez -me suelta- soy un idiota 

- Eso no importa, a mí me gustó -niega entre un suspiro- Joey, soy tu Omega 

- No importa, no volverá a pasar -camina hacia el cuarto- 

- ¿Entonces que harás he? -camine detrás de él- te acostarás con otros omegas 

No quería escuchar su respuesta. 

- Si, si es necesario si -lo mire dolido 

- No hablas enserio -trate de convencerme- 

- Haría lo que fuera para no hacerte daño Erick -me toma por los brazos- que no entiendes que hago esto por ti 

- Sueltame -dije sin ganas- dije que me sueltes -empuje- eres igual a todos -me encerré en el baño- 

Entre lágrimas comencé a cambiarme, solo quería huir de ahí, no quería verlo, como podía pensar en estar con otros cuando me tenía a mi. 

- Er... Erick cariño -toca la puerta- abre la puerta ojitos 

Mi corazón se estrujó aún mas; creí que Joel había cambiado, pero siempre será aquel Alfa que se metía con la primera Omega que se le ponía el camino. 

Salí y tome mis cosas para irme al pueblo. 

- Erick -ignore- Erick te estoy hablando

- ¡Que quieres! -lo enfrente- ¿Que me vas a decir ahora? 

- No te puedes poner así, solo por esto -reí amargó- 

- Joel, me acabas de decir que te acostarás con otras omegas -limpie mis lágrimas- creí que teníamos algo especial 

- Y lo tenemos -toma mis manos- sabes que el celo solo es sexo 

Entre más hablaba, más la cagaba. 

- Nuestro hijo nació de un celo 

- No -bufa- sabes a lo que me refiero 

- No, no lose Joel -dije sin ganas- yo te amo -baja la mirada- amo como me tocas -bese sus manos- como me haces sentir, no quiero que estés con alguien más 

- Erick -me separa- no te volveré a tocar, es mi última palabra 

- Bien -suspire- no me tocarás después de esto -camine hacia la salida- ni siquiera en mi celo