Destinados ||Joerick||

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Joel solo observaba a Erick desde lejos, no se había atrevido a acercarse de nuevo. No quería perdonarlo, lo había traicionado con su mejor amigo, pero tampoco quería dejarlo ir, a pesar de no tener a su Alfa sentía la necesidad de tenerlo cerca.

- ¿Que vas a hacer con él?

- No lose padre -suspira- cuando arme el plan, no pensé que fuera posible, estaba celoso y ahora estoy enojado, quisiera solo poder dejarlo ir

- ¿Lo vas a perdonar? -no dice nada- ¿Aún lo quieres? -asiente-

- Lo amo -suspira- más que nunca papá, pero me quema por dentro pensar que Zabdiel pudo haberlo tocado, que lo llevo a nuestra cama y que se revolcaron ahí

Erick se encontraba ayudando a hacer la comida, se había quemado un par de veces y su traje blanco estaba todo sucio, le dijeron que si quería comer se lo tenía que ganar, aquí nada era gratis.

- Lo que haya pasado fue por qué creyó que estabas muerto -lo ignora- jamás lo hubiera hecho de lo contrario, lo conoces más que yo y sabes que lo que te digo, es cierto

- No es el mismo Erick, papá

- Ni tú el mismo Joel -baja la mirada- habla con él -niega-

- Si hablo con él basta con que me vea con esos ojos y sé que lo voy a perdonar

- No hay forma de convencerte -se levanta- yo me voy

- ¿A dónde vas?

- Le diré a Erick que tome un baño y también le daré ropa, ni eso pudiste hacer

Lo mira marcharse mientras llega con Erick.

- Hijo -lo mira- es tu ropa, hay un arroyo aquí cerca, ahí puedes ducharte

- Francisco... -lo detiene- en verdad yo, yo me alegro de que esté vivo -sonríe- puedo, ¿Puedo abrazarlo? -asiente-

Erick se acerca y Francisco también lo abraza, los sollozos de Erick comenzaron sin él poder controlarlos, aún no asimilaba que estuvieran vivos, había llorado por meses su muerte y ahora estaba con ellos. Joel lo había ignorado por días, necesitaba el apoyo de alguien, necesitaba que lo despertarán de este sueño que sólo le hacía más daño.

- ¿Quieres hablar? -Erick asiente limpiando su rostro- bien, siéntate

Ambos se sientan en el suelo, los demás los ignoran, la vidas de los desconocidos no es importante.

- Joel no quiso decirme nada -suelta- ¿Qué paso? -susurra- lo Silka solo llegaron a decirme que habían muerto...

- A medio camino al Valle, la lluvia comenzó a ser más fuerte, el consejo ya había dado la orden de captura para ti y para Joel, los Silka lo sabían, comenzaron a seguirnos y en un intento de huir caímos al río -suspira- Joel quedó inconsceniente con él golpe, yo apenas y lo pude jalar hacia la orilla, el río nos arrastró tanto que cuando salí no sabia dónde estábamos, después me encontré con ellos y nos ayudaron desde entonces

- ¿Y Joel?

- Joel estuvo dormido por un par de meses y cuando finalmente despertó -se quiebra su voz- Erick, mi hijo ya no tenía a su Alfa, él quería localizarte pero no pudo porque el lazo ya no existía, intento tantas cosas hasta que al final se resigno y no quiso volver, tenía vergüenza

A pesar de estar escuchando a Francisco, Erick miraba a Joel.

- ¿No pensaban volver?

- No, hasta que supo lo de tu boda -Erick baja la mirada- ese día se volvió loco, quería ir por ti de inmediato, pero lo detuve