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- Joeel...

Dió una última estocada y sentí como su nudo volvía a crecer dentro de mí por quinta vez en el día. Estábamos llenos de sudor y apestábamos a sexo.

- Me encantas Erick -lame la marca- tu aroma -aspira- ahora es más dulce -besa mi nuca- me encanta

Joel se acomodo para abrazarme de cucharita, paso sus manos por mi cintura y continúa besando la marca mientras que yo no tenía ni fuerzas para responderle, cerré mis ojos necesitaba descansar; mi entrada ardía y dolía pero el sexo con Joel era exquisito, mi cuello quemaba sin embargo cuando mi alfa me sanaba desaparecia todo dolor.

- Er...

- Mmm -dije adormilado-

- ¿Quieres hablar de lo que pasó? -negué- cariño, necesito saber que sucedió -susurra- ¿Quién me disparó?

Mi cuerpo se tenso al instante al recordar a Johann y trate de safarme pero el nudo no me lo permitía.

- Está bien si no quieres hablarlo esta bien -besa mi hombro- calma cariño

Nosé donde quedó todo el odio y asco que sentía por Joel, ahora tan solo con un beso lograba calmarme.

Me abrazo más y minutos después el nudo desapareció, me gire y me recosté en su pecho, ambos suspiramos, pasaba sus manos por mi cuerpo acariciándome mientras que yo jugaba con el cabello de la parte baja de su nuca.

- Sentía que te perdía Joel -susurre- Francisco te tenía entre sus brazos y tú estabas inconsiente desangrándote con una bala que atravesaba tu pecho, pasaron casi cinco días, pensé que no despertarías, pensé que te iba perder, que te ibas morir -sollocé-

- Tranquilo cariño -besa mi frente- jamás te dejaría, te prometí que regresaría

- Nunca vuelvas a dejarme, quiero que siempre te cuides Joel, porque si algo te pasa, si llegarás a dejarme me volvería loco

- No digas esas cosas Er... Primero muerto antes de estar lejos de ti

- No -me senté- no te quiero muerto Joel, te quiero conmigo

Joel me imita y se sienta recargándose en la cabecera, toma mi rostro entre sus manos.

- Voy a estar contigo Erick, quiero que entiendas eso, ahora que estamos bien y me aceptaste no estoy dispuesto a perderte, pero sí muero también estaré contigo, en tu corazón cariño -me da un piquito- por siempre

- Por siempre

- Siempre siempre

Me besa entre mi llanto y lo abrazo, quiero demostrarle que también siento lo mismo que él.

- No llores Erick -limpia mis mejillas- me parte el alma verte llorar

- Lo siento -me sonríe y le correspondo- te quiero Joel -me escondí en su cuello soltando un suspiro-

Toc toc.

- Erick -gritan- ¿Erick estás bien? Ya son las tres de la tarde no deberías estar sin comer por tanto tiempo -tocan de nuevo- ¿Erick?

Quise levantarme pero Joel no me dejo.

- Un rato más -susurra y yo asiento-

- Bajo en un rato Zabdi -grite- no tardó

- Okay, ¿Erick seguro que estás bien?

- Ajá -grite- estoy perfecto -susurre hacia Joel dándole un beso en medio de una sonrisa-

Rato después bajamos, Joel no se quiso quedar en cama.

Todos estaban en el comedor, caminamos hacia ellos, pero solo entre yo.

- Erick hijo tienes que alimentarte mejor, ven siéntate

- Si, bueno yo, yo les tengo una sorpresa -abri la puerta dejando ver a mi alfa-

- Por la luna -gritaron al mismo tiempo- Joel hijo

- Joey despertaste -Oriana quería abrazarlo pero se lo impedí-

- Puedes lastimarlo

Joel me mira riendo, sabiendo que la herida ya no le duele.

- Dios, Joel siéntate -habla Zabdiel- debes tener mucha hambre ¿A qué hora despertaste?

- En primera si tengo hambre -camina hacia el comedor tomado de mi mano- y segundo hace horas -nos sentamos-

- ¿Porque no nos avisaron hijo?

- Quería estar con Erick -se encoje de hombros-

- Y se nota que la pasaron bien -ríe Oriana- que buen Omega eres Erick -acaricia su cuello, logrando que yo haga lo mismo-

Solo me había puesto una playera de Joel que dejaba ver parte de la marca.

- Así es, no hay otra razón, me siento bien y la herida ya está sanada gracias a mi Omega -me mira- ustedes no me importan

Joel él sin corazón ha regresado.

- Joel -regañe-

- Es broma cariño -deja un piquito- me alegra verlos -lo mire mal- enserio me alegra que todos estén bien ¿Hubo bajas?

- No, solo te hirieron a ti

- ¿Quienes eran?, no tenían aroma, parecían como....

- Betas -completa Zabdiel- eran carroñeros -me mira y regresa su mirada a Joel- los atrapamos y fueron condenados a la orca

- ¡Que!, ¿Con que permiso? -exclama-

- Lo ordene yo Joel -me mira- no se podían quedar sin castigo

- Podías mantenerlos en Igbin o en prisión -dice molestó-

- El pueblo estaba furioso Joel -habla Francisco- querían respuestas y tú Omega supo dárselas

Francisco me sonríe, desde que atacaron a Joel nuestra convivencia mejoro, en ocasiones hasta me habla por mi nombre.

- ¿Y porque atacaron?

- Sabes que los carroñeros son tontos, seguro no sabían que estaban en nuestro territorio

- Pero me dispararon

- Eran betas Joel, y nosotros lobos, se iban a defender

- Eso no es excusa

Joel me había fastidiado la comida, solo decidí abandonar el comedor.

- Erick -me habla- Erick ven acá -grita pero lo ignoro-

Caminé hacia afuera y siento que viene detrás de mi, igual no me importa.

- Erick....Erick -toma mi brazo- ¿Que te sucede?

- Lo único que te pedí el primer día fue respeto Joel y jamás me lo haz dado, lo que hice, lo hice por ti -lo empuje- crees que me lleno de satisfacción ver morir a aquellas personas, no soy un asesino, pero el Clan y todo Valle Amanecer tenía que ver el castigo que ganarían si vuelven a tratar de tocar a mi Alfa

- Lo siento -toma mis manos- perdoname Erick -me abraza- no quería hacerte sentir mal -me acurruque en su cuello- me perdonas -asentí-

- Solo confía en mí Joel, porfavor

- Confío en ti -besa mi nuca- confío en ti cariño

























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Destinados ||Joerick||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora