Destinados ||Joerick||

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- ¿Que pasa Joel?

Joel se detuvo en seco, una punzada en el pecho logro desequilíbrarlo haciendo que soltará un aullido lleno de dolor.

- Joel, hijo, ¿Estás bien? -niega- ¿Qué sucede?

El Alfa se mantenía quieto sin decir una palabra; no lograba respirar con normalidad.

- Acamparemos aquí -ordena Francisco-

- No -gruñe Joel- tengo que llegar hoy mismo, continuaré, continuaré yo solo

Todos los lobos se quedaron observando.

- No puedes ni moverte Joel, descansemos hoy

- Erick me necesita, lo puedo sentir, está en peligro -se levanta- quédense si quieren, pero yo hoy mismo llegó a casa

Joel comenzó a correr y cuando volteó vio a toda su manada siguiéndolo, un lobo nunca te deja atrás.

Oriana junto con Gloria llevaron a Erick hacia su recámara; las contracciones comenzaron a presentarse de manera leve haciendo a Erick inhalar y exhalar fuertemente.

- ¿Ya llamaste al doctor?

- Viene en camino Gloria -dice preocupada- ¿Que hago?

- Trae las cosas necesarias y muchas toallas, este cachorro nace hoy -Erick la mira y niega alarmado- rompiste fuente, tiene que salir, recuestate -lo ayuda-

- Pero y Joel -dice con miedo- necesito a Joel -toma su mano al recostarse- no tendré a mí hijo sin Joel

Erick se mantuvo sereno un largo rato, rogando a madre luna por su cachorro y porque su Alfa regresará pronto, pero llegó el médico para alterarlo.

- Omega -llama tratando de tocar a Erick mientras el retrocede- vas a estar bien, será difícil pero no imposible -Erick niega- tengo que revisarte

- No -trata de moverse- si me pone una mano encima Joel lo sabra

- Erick, es el médico, tiene que revisarte

Una punzada atravesó su vientre indicando la venida del cachorro.

- Maldita sea -aprieta sus dientes- bien hágalo

Los tres comenzaron a desnudarlo; el médico necesitaba saber si ya había coronado.

- Tenemos tiempo Erick

Ya había comenzado a sudar frío, los dolores aumentaban, su cuerpo pedía a su Alfa.

- Controla tu respiración; adentro, afuera -Erick lo imita- adentro afuera -niega-

- Joder!! -gruñe- no puedo, AHH -grita- duele demasiado

Los tres presentes solo lo miraban, a pesar de querer ayudar no podían.

- Lo voy a matar -dice apretando las sábanas- voy a matarlo -aprieta la mano de Oriana- maldito Joel -llora-

- Necesitamos comenzar -habla el doctor- ya está listo -Erick niega entre su llanto-

- Sabes que necesita de su Alfa

- Gloria pero si está muriendo

- Joel no nos va a perdonar esto, quería estar presente 

- Joel no está y lo que no nos perdonara es que los dejemos morir

- Uhhhhhh -soltó un pujído involuntario-

Erick ya no aguantaba, el cachorro quería salir. Las lágrimas de dolor inundaron su rostro que ahora estaba rojo por la fuerza que ejercía.