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Después de ocho días por fin logramos llegar al Clan Pimentel.

El Rait ya no estaba y me sentía aliviado, porque los betas venían ya conmigo. Les asigne algunas tareas alrededor del Clan antes de ir a la casa grande.

Hablé con Joel por nuestro vínculo dándole la noticia del juicio, sabía que un mes era muy poquito tiempo, pero era nuestra única oportunidad.

Lo cité en la Colina.

Llegue antes, solo había pasado una semana y ya moría por verlo.

Mire a madre Luna, había pasado noches reprochando la muerte de Joel y culpándola también, ahora tenía que agradecerle por regresarlo conmigo y pedirle perdón por mi actitud.

- Si querías asustarme te informo que haz fallado -me gire con una sonrisa estirando mis brazos para abrazarlo- 

- No es justo -besa mi nuca- aún no entiendo cómo lo haces

- Magia -sonreí y me separé-

- Debes enseñarme tus hechizos -negué- Erick -lloriquea-

- Con una condición

- ¿Cuál? -arruga su frente-

- Bésame

- ¡Oh no! -exclama- esto es un gran sacrificio para mí -reímos y después une nuestros labios-

Suelto un gran suspiro entre el beso y lo pego más a mí, lo había extrañado tanto.

- Yo también te amo y extrañe Erick -une nuestras frentes-

- Bueno eso no es justo, tu sabes lo que pienso

- Y tu cuando estoy cerca, para mí es lo justo -sonríe-

Joel tenía la sonría mas linda del mundo, esos hoyuelos en su cachetitos y su ojos se achinan sacando unas arruguitas en los costados; lo amaba y tanto y era afortunado de tenerlo a mi lado.

- ¿Que tal el viaje? -cambie de tema acurrucándome en su pecho-

- Tranquilo, decidimos acampar aquí cerca, por si algo llega a pesar

- No pasará nada Joel -susurre-

- Losé -suspira- pero...

- Es mejor prevenir, si si, siempre lo dices -no responde- en unos días iré al Clan de mis padres

- Acabas de llegar del Valle -se separa-

- Si, pero solo nos dieron un mes, quiero tener todo listo y nosé cuánto tenga que rogar a padre

- Yo estoy listo por si te dicen que no -hice una mueca- vamos a estar bien en el campamento Erick, sé que el Clan nos pertenece, pero no quiero que te humilles tampoco

- Haría lo que fuera por ti

- Por eso mismo -toma mi rostro- no quiero que te rebajes y que aceptes sus condiciones, quiero que seas tú y no cambies por ellos ¿Entendido? -asentí-

Joel tenía razón, pero estaba equivocado si creía que no lucharía por nuestro legado.

- Ven -lo jalé-

Me inque y comencé a cavar en la tierra.

- ¿Que haces Erick? -me detiene- lastimarás tus manos

- Guarde algo aquí -continue- aquí está -lo saque y lo limpie- mira

- Tu anillo, ¿Porque estaba aquí?

- Lo tuve por años comigo, jamás me lo quité -suspire- y un día antes de casarme, vine aquí -lo mire- me despedí de mi Alfa, del amor de mi vida, lo enterré creyendo que con él, enterraría mi amor por él -sus ojos están llorosos- error -reí entre lágrimas- al día siguiente mando raptarme -sonríe- y cuando lo volví a tener frente a mí, entendí que jamás podía enterrar ni borrar las marcas de su amor dibujadas en mi piel y tampoco de mi corazón -le entregué el anillo-

Destinados ||Joerick||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora