Destinados ||Joerick||

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Una semana había pasado, se encontraban en el Valle a la espera del juicio.

Todos estaban ahí, un representante de cada Clan había acudido a la audiencia, pues tenía que aprobar también el juicio. Los testigos también estaban; Francisco, Gloría, Zabdiel, Lali y los padres de Erick.

Erick y Joel se encontraban tomados de las manos en un cuarto que les habían asignado.

- Los van a juzgar al mismo tiempo -entra Francisco-

- Eso es bueno ¿Cierto?

- Si hijo y es lo ideal, los dos cometieron la traición -hace comillas- me preocuparía más si los hubiesen separado

El aroma de Joel es ácido, enfrentarían al consejo, era una arma de doble filo; salían victoriosos y regresaban a clan o perdían el juicio y ambos iban a prisión.

- Va a estar todo bien Joel -Erick susurra-

Necesitaban tiempo a solas.

- Los esperamos afuera

Todos salen dejando a los destinados solos.

- Va hacer difícil que nos perdonen -toma ambas manos-

- Losé -se esconde en su cuello- también tengo miedo Joey

- No tengo miedo -defiende-

- Te puedo sentir -lo mira- tu olor no miente

- No tengo miedo Erick -repite serio- estoy aterrado, si llegan a decir que no...

- Dirán que si -interrumpe-

- No -toma su rostro- escúchame Erick

- No quiero hacerlo -susurra bajando la mirada-

Erick sabía que lo que diría Joel, no era bueno.

- Mírame -sus ojos chocan- si dicen que no, yo tomaré la responsabilidad de todo -Erick lo mira asustado-

- Te mataran

- Erick no le tengo miedo a la muerte, porque morí una vez y saliste adelante sin mi, porque eres fuerte -suspira- a lo que temo es a no volverte encontrar como en la historia, a qué mi alma no se reencuentre con la tuya

- Joel....

- No quiero que me contra digas allá afuera si dicen que no, será mi culpa entiendes -niega entre lágrimas- necesito que me lo prometas Erick

- No puedo -solloza- no quiero que mueras, ya sufrí esto una vez, no lo soportare, no de nuevo

- Por nuestros hijos Erick -dice desesperado- esto es por ellos -lo mira con súplica- juralo, juralo Erick, por Joel y por nuestro bebé

Y como siempre, Joel tenía razón. Tenía que hacerlo, aunque eso destrozara su corazón.

- Lo juro, lo juro Joel

El Alfa lo atrae a su pecho para abrazarlo, llenandose de su aroma, Erick se aferra a él; este podría ser su último abrazo.

- ¿Listo cariño?

- Contigo, siempre

Se dirigieron a la sala, sin soltar sus manos; las miradas fueron directo a ellos; Erick solo esperaba que tuvieran piedad.

Estaban de un lado de la sala, sentados detrás de un escritorio, listos paras ser juzgados.

El consejo entra y se ponen de pie ante él.

- Estamos aquí presentes para dar legitimidad al lazo de Joel Pimentel y Erick Brian Colón

Sus manos seguían unidas.