Destinados ||Joerick||

51

Fueron largas horas de camino, hasta que los carroñeros al fin se detuvieron en su campamento lejos de cualquier clan.

- Han llegado -gritan-

Los demás comenzaron a acercarse.

- ¿Dónde está?

- En la cajuela -dice orgulloso-

Erick continuaba inconsceniente.

- Tenías razón -rien- quería huir

- Erick es así -suspira- ¿Hubo heridos? -niegan- bien

- Abran -golpean la cajuela y todos voltean- saquenme de aquí

- ¿Quieres verlo? -asiente inseguro-

La verdad esque, ¿Quién está listo para ver su pasado?

Abren la parte trasera del coche.

- Levántate Omega -lo jalan y se resiste-

- No me toquen -gruñe-

Erick quería huir, transformarse en su lobo y correr lo mas lejos posible y él lo supo.

- Conviertete y te mato -le apunta con una escopeta por la espalda-

Erick se quedó helado al escucharlo, su corazón se detuvo, debía de ser una mala jugada de su cerebro.

- No puede ser -susurra e intenta voltear-

- La mirada al frente -obedece- llevenlo a su cuarto

Erick se alarma e intenta safarse y girarse para verlo a la cara, pero sigue con el arma apuntando a su cabeza.

- Camina -no se mueve- que camines -gritan-

Entre varios carroñeros lo alzan y lo llevan hacia un cuarto.

- No, esperen -voltea, pero ya no hay nadie- ¿Quién es? -lo ignoran- ese beta, él que me apunto -habla desesperado- ¿Quién era?, Respondanme

Lo empujan dentro del cuarto sin decirle nada y cierran la puerta.

- No -golpea la puerta- no pueden dejarme aquí, déjenme salir, maldita sea -susurra-

Erick estaba asustado, ¿Que harían con él?, ¿Quienes eran estás personas? Y esa maldita voz; pero era imposible, lo hubiera detectado a kilómetros si fuera verdad.

Pasaron varias horas, el sol se estaba ocultando, nadie lo había ido a ver; se sentó en un rincón solo a esperar por su destino.

- Cuando dije que te quería ver de nuevo vestido de novio, no era para que te casarás con alguien más

Sus miradas chocaron, estaba pasando.

- Joel...

Joel Pimentel, su Alfa está frente a él y vivo. Tenía el cabello más largo y rulozo, su barba estaba crecida y un poco descuidada, pero era él, su Joel.

Todo pasaba en cámara lenta, después de dos años se volvían a ver las caras; aquellos ojos verdes se mezclaban con el cafe una vez mas, Erick no sabia que decir, Joel lo miraba con odio y despreció y él solo quería lanzarse a sus brazos.

Era su Alfa estaba seguro de eso, pero no lo sentía, su aroma a café ya no estaba.

- Creí que estabas muerto -susurra incrédulo-

- Eso ya losé -dice neutro- las noticias también llegan hasta acá

Estaba enojado; Erick sabía que estaba en problemas.