5: Cuenta pendiente

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Tyner

Soy un corredor de carreras ilegales, me encanta la adrenalina, pero también parece que soy el repartidor a tiempo completo de mi mejor amigo. O sea sé que confía en mí más que en nadie, sin embargo esto es pasarse y ni siquiera es mi trabajo. Ah, lo que se hace por la amistad, no tiene precio.

Toco el timbre de su casa, miro un momento los documentos que tengo que entregarle y cuando alzo la vista, ya que me abren la puerta, me encuentro con esa bella rubia otra vez. Una hermosa mujer en paños menores, solo tiene una bata puesta, el destino está jugando con mis hormonas de macho, maldición. Mejor dicho, estoy seguro que lo hace a propósito.

―¿Siempre le abres a todo el mundo así? ―Sonrío de lado.

Keyla se ríe.

―No, solo a ti ―Apoya su mano en el borde de la puerta.

―Sabía que lo habías hecho adrede ―exclamo con confianza ―. Concluyo que Vinicio no está en casa, ¿no? ―Inclino la cabeza para ver ―Tengo que entregarle unos documentos que me pidió.

―Intuyes bien, me dijo que vendrías y que me los des a mí.

―Lo lamento, preciosa, no haré eso.

―Te dejó un mensaje, revísalo ―Apoya la espalda en el borde y se cruza de brazos ―. Yo espero ―Revolotea las pestañas.

La miro disconforme, pero saco el celular de mi bolsillo, noto que tengo un audio de él, lo escucho y en efecto Vinicio me aclara en este que le puedo dar los documentos a Keyla.

Decido entregarle los papeles rápido, para así largarme y no involucrarme más con ella. Cuando me giro agarra mi chaqueta, me tironea adentrándome en la casa, entonces me empuja hacia la pared y mi espalda choca con esta. Es en ese momento que sonrío de lado, al cruzarme con sus bellos ojos.

―Buena forma de invitarme a pasar ―acoto.

―No sabes lo mucho que te deseo ―Se muerde el labio inferior.

―Escúchame ―La alejo de mí cuando apoyo mi mano en su hombro ―. Creo que ya hemos tenido esta conversación.

―Sí ―Se da la vuelta molesta pero cierra la puerta, tira los papeles en la mesita del costado, camina hasta el sillón y se sienta de un salto en este, luego se cruza de piernas, entonces su humor le regresa, me muestra una hermosa sonrisa ―¿Cuándo vas a entender que solo lo quiero hacer una vez? Concédeme el fogoso deseo ―Revolotea las pestañas otra vez.

―Como ya dije, no traicionaré a mi amigo.

Abre las piernas y me observa fijamente.

―Puedes pagar.

―Repito, no lo haré.

―Eres persistente ―Se levanta del sillón y vuelve hasta mí ―. Pero no más que yo. Pagar no es pasar sobre mí, porque yo quiero hacerlo, yo te lo pedí y yo te deseo ―Toca mi corbata y desliza sus dedos por esta de manera suave ―. Piénsalo así, después de estar con tantos viejos y feos, merezco el premio mayor, o sea tú.

Me río.

―Me halagas, pero no entiendo tu obsesión conmigo ¿De dónde me conoces? Para insistir tanto tiene que haber una razón y no creo que te hayas enamorado de mí a primera vista, a pesar de que soy todo un galán.

―Te dije, eres una cuenta pendiente.

―Necesito saber qué significa ―digo serio.

―De acuerdo, dejaré de dar vueltas, la verdad es que no te lo conté porque no me creíste la primera vez. No serás famoso como me aclaraste en el hotel, pero yo sí te conozco. Soy tu fanática, o eso era en realidad. Corres carreras ilegales con tu motocicleta, te iba a ver a todas y apostaba por ti en todas. En pocas palabras fui tu fan, sin embargo eres una cuenta pendiente porque me diste tu número para que pasáramos una noche juntos y al final lo perdí. No pude concretar mi tan anhelado y ardiente deseo. Pensaba hasta conquistarte, pero ahora solo me interesa que estemos desnudos en una cama, terminando este asunto de una vez por todas.

―Vaya ―exclamo asombrado y luego de pensármelo bien le pregunto ―¿Vinicio sabe esto?

―No y espero que no le digas, no es su asunto. Además ¿Por qué le contaría eso a mi comprador? No tiene sentido ―se burla.

―Cierto, olvidé que no hay algo entre ustedes ―Me río.

―Como sea ¿Vas a hacerme el favor? Pagar una noche conmigo ahora no te hará sentir tan culpable, ¿no? ―Alza una ceja.

Bufo.

―Me lo pensaré, hablaré con Vinicio ―le aclaro y sonríe.

―Gracias, te aseguro que no te arrepentirás.

Keyla

Luego de que Tyner se retira, me voy directo al baño a vestirme, ya que no voy a continuar en tan solo una bata sin ninguna razón. Abandono la tela y me pongo mi ropa interior, para acto seguido lucir un vestido amarillo y los zapatos de tacón negro. Oigo el timbre otra vez, así que termino de arreglar mi cabello para dirigirme a atender. Ojalá sea Tyner, que se ha olvidado algo, pero lo dudo mucho, no creo que sea un tonto en ningún sentido.

Creo que tengo altas expectativas en él.

No debería hacerme ilusiones. Creo que es lo único que me queda de mi antigua vida y la verdad no tendría que ni prestarle atención. Sin embargo no puedo evitar desearlo y querer realizar mis fantasías con ese cuerpo suyo. Una vez que cumpla mi cuenta pendiente, volveré a lo que en verdad me importa, mi venganza.

Bajo las escaleras, entonces llego a la puerta, cuando abro descubro una cara desconocida para mí.

―¿Y usted es...? ―pregunto intentando entender.

Toma mi mano y la besa.

―Un placer, estoy encantado de al fin conocer a la famosa Keyla Crager, la nueva adquisición de Vinicio. Me presento, soy Nolan Pirce.

Sonrío de lado y con mucha confianza. Estoy bastante interesada en conocer a este sujeto. El enemigo mortal de Vinicio, pero sobre todo, un Superior.

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Hola, me estoy tomando mi tiempo al escribir esta historia ❤

El capítulo iba a ser un poquito más largo, pero decidí que la conversación entre Vinicio y Tyner sea en el siguiente ¿La esperan? ¿Cómo creen que reaccionará Vinicio? 

¿Piensan que es un beneficio o un problema para Keyla que aparezca Nolan?

Espero que les este gustando la historia, gracias por leer 💕

Atte: Vivi.

Perversa Oscuridad: ReinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora