17: Mi marioneta

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Keyla

Es tarde y me aburro. Me siento como la sierva de Vinicio, intentando ganarme su confianza. Le limpié el penthouse como buena niña cuando me lo pidió, aunque eso debería hacerlo el servicio de limpieza, pero sé que me lo hace a propósito, se burla de mí. Sin contar que termino y Tyner no me presta atención. Me encuentro súper irritada, tuvimos una noche fogosa y él ni pio.

Es un imbécil.

Lo sé, soy maliciosa, murió su padre y yo me quejo.

Y sigo sin tener culpa.

Dejo de perderme en mis pensamientos, cuando la cerradura de la puerta de la casa de Vinicio se escucha, la llave da la última vuelta y lo veo entrar. Muevo en círculos despacio la copa que tengo en mi mano y me mantengo en el sillón inexpresiva, con mi pierna cruzada, con mi pose de me importa todo una mierda, mientras se acerca hasta mí.

―¿Me esperabas? ―pregunta serio.

A él tampoco se le ve ninguna emoción.

―No te vi en todo el día, te extrañe ―miento y le regalo una sonrisa falsa.

Vinicio también sonríe, aunque no logro descifrar qué está pensando.

―¿La pasaste bien con Tyner en el penthouse?

Su pregunta me descoloca un poco, pero no me inmuto.

―Me aburrí. ―Eso es verdad―. ¿Cuándo me vas a regresar la llave de la casa? No necesito niñera.

―Sabes muy bien lo qué hiciste para que te deje encerrada.

Frunzo el ceño.

―Le diste mi llave a él, no es justo ―refiriéndome a Tyner.

―Es tu guardaespaldas ―se limita a decir.

A veces pienso que sospecha y otras que no ¿Qué ocultas Vinicio? Necesito saber y pronto. Nadie me manipula sin pagar las consecuencias, yo soy la única que tiene ese poder y toda la información que se necesita. Estoy muy irritada, pero no se lo voy a dejar ver.

―¿Dónde estuviste? ―le cambio de tema.

Sonríe.

―Entre tus piernas no creo.

―Ja, ja, qué gracioso ―exclamo con sarcasmo.

―¿Quieres saber? ―juega con las palabras y me quita la copa, se toma lo que queda―. Estuve con el famoso administrador.

Mis ojos se abren en grande.

―¿El administrador? ¿Cómo? No eres un superior.

―Se enteró que Tyner iba a darme un poder y me hizo una visita a mi oficina. Está al tanto de todo, sabe de mi enemistad con Nolan y me hizo una advertencia.

―O sea que ya no puedes matarlo ―digo serena.

―No exactamente, dijo que si cometía esa clase de falta siendo un superior estaría en problemas. Se supone que los superiores se cuidan las espaldas, la lealtad es imprescindible, cavaría mi propia tumba si lo hiciera.

Es cierto, el padre de Tyner me lo aclaró, por eso Nolan no me dará la lista, porque mi enterrador es un superior y todo es cuestión de lealtad.

―¿Y entonces? ―Alzo una ceja.

―Tengo que matarlo antes de subir de rango.

Tiene sentido.

―Podemos ponerle una trampa ―sugiero―. Diremos que te maté, se encontrará conmigo y lo asesinas. ―Sonrío.

Enarca una ceja. Creo que no pensó que diría eso.

―¿Hablas en serio?

―¿Qué? ¿Es mal plan? ―me burlo y me río.

Sonríe.

―Me fascina la idea. ―Se acerca apoyando la copa en la mesita que está al lado del sillón y termina por inclinarse hasta mí―. De hecho si eliminas al socio con el que me traicionaste...

―Estaría pagando mi deuda, ¿no? ―termino su frase―. En conclusión, recuperaría tu confianza.

―Chica lista. ―Me besa y le correspondo―. ¿Así que te aburriste? ―Desabotona mi blusa―. Pero veo que te entretuviste buscando un bonito encaje para hoy ―opina de mi ropa interior.

―Probarse atuendos no es lo mismo que andar buscando pistas de mi enterrador, pero bueno, me preparé por si las dudas querías disfrutarme hoy. Siempre debo estar lista para ti, ¿no? ―Revoloteo las pestañas.

―Me encanta. ―Me acaricia la pierna y aprovecho para subirla, él recorre mi muslo, para luego quitarme la lencería―. Me enciendes demasiado. ―Puedo ver en sus ojos la lujuria que siente por mí.

Lo necesito tener en la palma de mi mano, o en este caso entre mis piernas, solo para poder controlarlo. Mis armas de mujer, las uso sabiamente. Más si todavía no he obtenido su total disposición hacia mí. Debo recuperar su confianza como sea. Al menos hasta que contacte a Nolan y me deshaga de él. Una vez concretado el plan, Vinicio volverá a ser mi marioneta. 

Perversa Oscuridad: ReinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora