Confesiones y sorpresas inesperadas
¿Para que mentirnos? No he prestado absolutamente atención a nada de lo que Karl ha dicho desde que Nate se fue, no tengo capacidad de concentración en estos momentos, o al menos no la tengo para nada mas que no se refiera a Nate.
Anoche me estaba medio diciendo que me quería, por que si, si que me acuerdo perfectamente de todas y cada una de las palabras que me dijo ese bastardo, "si no te hubieses enterado como te enteraste de la maldita apuesta seguro que ahora tu y yo estaríamos perfectamente bien en una relación seria" si puede que si, pero eso nunca lo sabremos "la pura verdad, te quiero" retumban las palabras en mi cabeza.
El me dijo que me quería, pero no tiene ni idea de lo que esas palabras significan para el y mucho menos de lo que significan para mi. El es solo un Playboy mas que no sabe que es lo que él realmente quiere.
- Pues esta decidido! - oigo a Catlyn traerme de vuelta al mundo de los vivos.
- El señor Lagerfeld verá el desfile y si le gusta lo que ve me encargare personalmente de que lo sepan según bajen de la pasarela - Responde el hombre desde el otro lado de la mesa redonda y gracias a sus palabras tengo un claro resumen de lo que ha pasado durante mi ausencia mental - Ahora si me disculpan tengo otra reunión de negocios señoritas, disfruten del postre ya he pagado todo. Aun son universitarias - dice levantándose de su asiento con una leve sonrisa en su rostro.
Al parecer este hombre tiene mas que asumido que si le gustamos a su primo iremos corriendo a Londres. ¿Pero y si no le gustamos que es lo que pasa? ¿Seguimos como estamos o adiós al mundo de la alta costura?
- Oh Dios mío! - exclama Catlyn cuando Karl desaparece del restaurante - No me lo puedo creer! - sigue hablando en un suspiro.
- Ni yo! - la animo e intento esbozar una leve sonrisa en un intento fallido. Al no haberme enterado de la mitad de cosas que han pasado durante la comida no se bien que es lo que debo de hacer.
- Tia saca a Nate de tu dura cabeza, no lo merece. - Catlyn me mira de forma severa con ambas cejas alzadas - ¿Has escuchado algo de lo que hemos dicho? - pregunta con la intención de hacerme el resumen de su vida.
- Tranquila - la silencio antes de que pueda hablar - he escuchado lo suficiente como para saber que el día del desfile tenemos que estar deslumbrantes!
- Eso es - dice y yo doy por finalizada la comida. No me convertiré en una de esas modelos que padecen de anorexia pero tampoco voy a comer por que don rico haya pagado un postre de mas de cuarenta dólares.
****
En el campus los días pasan rápido. Apenas he visto a Nate desde la comida en el restaurante, tan solo nos hemos cruzado un par de miradas asesinas a modo de saludos y eso me destroza por dentro.
Realmente me encantaría que las palabras de la fiesta que me dijo Nate fuesen verdad, pero ambos sabemos que esta jugando para conseguir meterse en mis pantalones, no tienen significado alguno para el o para mi. O al menos no debería de tenerlas.
- ¿Enserio? - pregunta un Thomas cabreado con café derramado por su camisa blanca. Oh Dios mío, espera, ¿como he llegado aquí? ¿He causado yo eso?
- ¡Dime que no he sido yo! - exclamo, últimamente solo pienso en mis clases en la universidad y en las de Catlyn estoy completamente despistada. Tom me mira con cara de sorprendido a modo de respuesta - ¡definitivamente he sido yo! - digo leyendo su rostro desconcertado.
Dios mío no me creo que yo haya podido hacer esto y ni siquiera me he dado cuenta de lo que estaba pasando. Dios mío tengo que centrarme.
- Últimamente no tienes cabeza, estas como un zombi! - exclama el secándose la camisa - ¿Vas a ver a Catlyn? - pregunta a modo de reconciliación restándole importancia a su camisa blanca con una gran macha de café negro justo en el medio.
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El Playboy es mi mejor amigo
Romance"Haberme enamorado por primera vez era difícil, era aún más difícil que el fuese mi mejor amigo y como si no fuese suficiente el era el Playboy y yo la nerd" Nate y Sam eran exactamente iguales, eran nerds, feos, con kilos de mas y lo mas important...