20. Capitulo - una noche para recordar

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Si hay fallos no me maten porfi los intentare corregir lo mas pronto posible, eso si si ven alguno díganmelo y así los corregiré más fácil. Gracias y disfruten!

Una noche para recordar

Todas, absolutamente todas las chicas que digan que tu primera vez no duele absolutamente nada son unas malditas mentirosas, hijas de Snow, son peores que el cáncer de Augustus Waters, Marcie Millar, son malas personas al mas puro estilo Sebastian Morgenstern... Vale eso es pasarse de la cuenta, pero el dolor me hace enfadar y rabiar.

El caso, como todos saben ya anoche fue mi primera vez y ahora estoy acostada en la cama de Nate, intentando no moverme demasiado para evitar el punzante dolor el cual es comparable con algo asi como las agujetas. Al menos a valido la pena todo este calvario.

Eso si Nate es un vil mentiroso mas del montón de viles mentirosos que hay sobre la faz de la tierra, me prometio que podría caminar y dado mi estado actual dudo mucho que eso llegue a pasar. Lo mas que voy a conseguir es salir de esta cama.

Decido poner mi cabeza encima de su desnudo pecho y acariciar su torso esperando a que el despierte mientras los acontecimientos de la noche anterior vuelven a mi mente para ser analizados de manera minuciosa.

*Flashback*

- ¿Estas bien? - preguntó Nate saliendo de mi dejando un gran vacío en mi interior. ¿era normal sentirse de esta manera? Ósea era como que quería mas pero no me sentía prepara para nuevas embestidas llenas de doloroso placer.

- Mmmh - dije incapaz de poder formular palabra. A mi al rededor veía una lluvia de oro me sentía como estar en el cielo.

- ¿Te duele algo? - sigue con el interrogatorio a la vez que retira el preservativo de su miembro el cual poco a poco va disminuyendo hasta llegar a un tamaño un poco mas aceptable.

- Mmmmh - aun estoy demasiado tranquila como para formular palabras, el sexo es alucinante, doloroso, pero alucinante y mas si es con este dios griego del sexo!

- ¿Solo vas a decirme Mmh? - continua y ahora cambio mi estrategia dandole un largo y apasionado beso en los labios intentando que se calle o intentando provocar que algo de adrenalina venga a mi para ponerme en marcha.

- Gracias - consigo decir cambiando mi posición para quedar medio recostada sobre Nate con mi cabeza en su pecho y sus brazos envolviéndome.

- ¿Por que? - pregunta acariciando mi pelo suavemente mientras que deja un recorrido de suaves besos.

- Por intentar no hacerme daño, por ser perfecto, por contenerte cuando eso no era lo que te pedía precisamente el cuerpo. - susurro la ultima parte sintiendo como mis mejillas cogen color.

- shh - me calla dándome un beso en la frente - por ti cualquier cosa Sam. Por ti cualquier cosa. - repite para enfatizar el efecto de sus palabras

No podía haber escogido ningún momento, ni a ninguna persona mejor para librarme de mi etiqueta de virgen. Nop, definitivamente no. Nate era el amor de mi vida. Siempre lo seria y yo lo sabia de sobra.

* fin del Flashback *

Y aquí estoy ahora, dolorida pero enamorada del sexy playboy que es mío zorras, si, es solo mío. Siento como el cuerpo de Nate empieza a moverse bajo mi tacto, me apetece despertarle para poder despedirme, como siempre Catlyn esta demasiado metida en mi vida.

- Buenos días princesa - dice con sus ojos aun cerrados y una sonrisa tiñendo su cara. ¿Cuánto tiempo lleva despierto?

- Buenos días princeso - contestó feliz - Tengo que irme - mi animo de humor desciende notablemente. Según el despertador en su mesita de noche, ya son las diez de la mañana y tan solo tengo una hora para llegar a mi ultima prueba antes del desfile.

El Playboy es mi mejor amigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora