12. Capitulo - Peligro en las alturas

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Peligro en las alturas

Llevo mas de una hora caminando con tacones en una especie de línea invisible que simula la pasarela del día del desfile y estoy por tirar los malditos tacones por la puta ventana joder, esto se me da fatal! Yo no nací para desfilar lo mio son los libros y estudiar.

- Sam concéntrate cada vez lo haces mejor! - me apoya mi amiga. Se que tiene razón pero es frustrante y me duelen los pies - Bueno, ¿sabes que? ¡A la mierda los tacones! Hemos terminado por hoy. ¿Quieres ir a tomar algo? - ese algo significa alcohol y yo tengo que estudiar.

- No Catlyn, tengo que estudiar - digo quitándome cogiendo mis cosas y haciendo un amago para quitarme los tacones y volver a mis VANS.

- Ni se te ocurra! - dice ella al verme y me tiene dos pares mas - Tienes que llevar tacones en el desfile y este fin de semana en el club así que los llevaras toda la semana puestos. Te estoy vigilando! - mierda me van a torturar toda una semana - Te quiero, ven mañana para probarte el vestido negro. - Música para mis oídos, la alta costura me ha transformado.

Esta vez salgo del campo de diseño sin problema alguno. Bueno casi hasta que mi acosador mejor amigo playboy aparece. ¿¡Que coño hace el aquí?! El me mira con una ceja enarcada y yo llevo mis manos corriendo hacia mi boca.

Mierda lo he debido de decir en voz alta. Sus ojos se suavizan al instante y se centra completamente en mirarme de arriba abajo como si fuera un tesoro. Ya estoy acostumbrada a que últimamente se me presente demasiada atención y lo odio, pero es inevitable, he salido del cascaron y el maquillaje de Catlyn no ayuda a hacerme invisible.

- Woah! - es lo único que consigue decir después de unos segundos siguiéndome hacia las habitaciones - Estas cambiada! - dice asombrado.

- No me digas - le corto siendo lo mas borde posible, no quiero terminar como anoche. Eso fue espeluznante, nada de lo que me sienta orgullosa.

- Sam, tenemos que hablar - me paro sorprendida y empiezo a reír a pleno pulmón. Esto es pasarse.

- Nate, tu y yo no tenemos nada de lo que hablar - Digo muy seria mirando,e fijamente a los ojos - Tu lo dejaste muy claro, solo soy un juego para ti y tu eres un capullo para mi. Fin de la historia. - termino de decir y vuelvo a caminar a toda la velocidad que me permiten los tacones de aguja.

- No eres un juego para mi, no quiero que seas mas una apuesta Sam - parece dolido, pero solo lo parece.

- Eres un gran actor y yo he cambiado para no creerme tus mentiras - Si que he cambiado, 180 grados - ¿Nate quieres saber algo? - preguntó y el asiente inmediatamente - eres un capullo y aun así te quiero, no se como pero te quiero - admito - pero estas muy jodido como para poder estar con alguien y yo no soy la excepción. - Las palabras salen solas de mi boca, pero me siento muy orgullosa de mi contestación, a veces es genial no tener filtro.

- ¿Enserio? - le oigo preguntar, pero yo una vez mas ya estoy caminando lejos de el. Nate y sus mentiras no me benefician en nada - Sam! - grita y le escucho venir corriendo - Yo siento lo mismo, enserio - dice medio rogando y esto es la gota que colma el vaso.

- ¿Tan desesperado estas por ganar la apuesta que me dices que me quieres?! - medio preguntó medio exclamo gritando. Estoy harta de ser un juego o un proyecto para todo el mundo - ¡tu estas enfermo, jodidamente enfermo! Tu no sabes lo que es el amor Nate - puede que después de todo yo tampoco - enserio aléjate de mi Nate. Yo voy a acabar mal. - mi estado de animo desciende notablemente.

- No! - dice el y me atrae hacia si - No puedo alejarme de ti - y acto seguido presiona sus labios contra los míos callando cualquier contestación que pudiese haberle dado.

El Playboy es mi mejor amigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora