저주받은 쌍둥이 ©

Capitulo 8

-¿De dónde vienes?

El sonido del chicle siendo masticado inundo el auto de Adrien, provocado intencionalmente por Marinette. Quería saber ver si la falsa modestia de Adrien se desmoronaba ante sus intentos. Ella estaba casi segura, que toda su amabilidad estaba disfrazada por algo más.

Marinette observó los detalles del pueblo a través de la ventana, el clima húmedo solo le añadía un aspecto lúgubre a Sparrow. No podía ver un solo lugar, o casa que este pintada de un color que no sea blanco o gris. O eso era el color de desgaste.

-La linda y soleada California-Marinette alzó sus piernas sobre el tablero del auto, acomodándose sobre el asiento-¿Desde cuando fumas marihuana?

Adrien fue definitivamente atrapado con la guardia baja, demasiado baja. Pero se mantuvo tranquilo, siguió manejando y no dejó que su impresión se refleje en su rostro.

Él lo juraba, había tomado precauciones para que nadie sospechara al respecto. No iba con su imagen, aunque fumar hierba era probablemente la cosa con menos impacto que hizo en su vida a espalda de los demás.

-No lo hago-La voz de Adrien sonó al igual que siempre, calmada y suave-Me preguntó que te llevo a pensar eso.

Marinette sonrío con picardía, girando su rostro para mirarlo y tratar de encontrar la verdad en su rostro. Pero Adrien estaba tan tranquilo como siempre, los ojos fijos en la carretera y sus manos no se tensaron sobre el volante.

Él era un buen actor, pensó Marinette.

-Soy consciente de que llamo la atención de los hombros-Marinette enrolló un mechón de su pelo en su dedo índice-Pero oficialmente si que es un halago saber que dejaste el cannabis a un lado solo para levantar mis maletas.

Adrien estacionó en la calle Chester. En donde estaba situada la librería más famosa del pueblo.

-Soy un jugador de fútbol americano, no puedo darme el lujo de fumar algo como el cannabis, Marinette.

-¿Sabes que la marihuana no cambiaría eso, verdad?-La diversión era evidente ene la voz de Marinette, mientras salía del auto-Es decir la hierba no saldrá corriendo y renunciará al fútbol por ti.

Adrien contó hasta tres, tratando de comenzar a defender sus conocimientos. Pero si quería ganar, lo cual iba a hacer debía actuar de una forma distinta. Trató de ayudar a Marinette bajar del auto pero ella se rehúso, demostrándole que podía hacerlo sola.

Marinette cada vez se convencía de que Sparrow parecía haber quedado décadas atrás, no tenía vida, ni colores vibrantes y las personas la miraban de una forma extraña.

Marinette se dio cuenta de que los Agreste estaban bastante apartados del pueblo, casi aislados.

-Todo aquí parece tan vintage, ¿siguen usando los walkman o algo parecido?-Preguntó Marinette, mientras ambos entraban a la librería-Siento que entre a los años noventa aquí. Pero me agrada.

Adrien se mantuvo cerca de ella, casi como un guardaespaldas.

-No, pero puedo conseguirte uno si quieres.

-Oh dios mío, realmente eres adorable cuando tratas de conformarme-Marinette sonrío sobre su hombro, acarició con sus dedos la tapa de los libros-¿Haces eso con toda las chicas? ¿Tal vez tu novia?

-No tengo novia-Se limitó a decir Adrien aunque satisfecho por la curiosidad de Marinette hacia él-¿Y tú?

-Tuve una novia, si es que se puede considerar estar con alguien una noche a una relación-Murmuró Marinette, hojeando los demás libros.