Capitulo 60

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Al otro día, bajo los pálidos copos de nieves que caían continuamente, Felix depositó algunos bolsos dentro de su auto. Marinette estaba a unos centímetros, de brazos cruzado y observando cada movimiento de Felix. Él se volvió hacia ella con una mirada de culpabilidad.

-¿Estás de acuerdo con esto?

Marinette asintió, sonrió para comunicarle a Felix un poco de tranquilidad. Que era lo que necesitaba, mientras Adrien se había encerrado en cuarto toda la noche y misteriosamente no salió en ningún momento, ambos adolescentes se habían comunicado con el psiquiátrico.

La respuesta no ayudó a la situación, al menos no era la que Felix esperaba. Las visitas únicamente podían ser de familiares directos, cualquier invitado debía quedarse afuera de las instalaciones para la seguridad de ellos y los pacientes.

Así que habían tomado una decisión, Felix iría solo y trataría de controlar la situación. Marinette se quedaría, pero Felix tenía un mal presentimiento sobre su hermano. Sabía que Marinette podía cuidarse sola, pero también sentía que dejarla con su hermano que fue más allá de las expectativas que tenía Felix de lo que era capaz, no lo calmaba.

Pero Felix estaba seguro de algo, si le sucedía algo a Marinette, su límite se rompería con su hermano y no tener germenes en su cuerpo iba a ser el menor de los problemas para Adrien-

-Si lo dices por tu hermano, no te preocupes. Él debería cuidarse de mí, no yo de él-Aseguró la azabache, mirándolo con suspicacia-Tomate tu tiempo, este es un momento únicamente tuyo y de tu madre. Creo que no ir también es una buena idea.

Felix sonrió, se sentía como un cristal roto lleno de curitas. Sentía que Marinette era parte del cristal que aún estaba intacta y mantenía todo el cuadro unido, sin desmoronarse por completo.

-Realmente eres increíble-Dijo Felix, sonriendo con orgullo-¿Lo sabías?

Marinette sonrió, besándolo por última vez antes de que se suba al auto. Felix bajó la ventanilla,

-Estaré aquí para cuando vuelvas-Afirmó Marinette, se rió cuando obtuvo un guiño en respuesta.

Cuando el jeep desapareció de su vista, Marinette volvió a entrar a la casa y se dirigió a su habitación. Había algo en el aire, algo en la casa que no estaba bien. Ella podía sentirlo, era como una fuerza extraña invisible. Como si estuviera constantemente a punto de suceder algo.

Se detuvo en seco cuando vio algo sobre su cama que no estaba ahí antes, era una flor. De color rosa, con cinco pétalos circulares. Parecía recientemente arrancada, Marinette la tomó preguntándose de donde pudo provenir. La ventana estaba completamente cerrada.

-La traje especialmente para ti-Dijo una voz a su espaldas.

Marinette se giró. Era Adrien sentado cerca de la puerta, tenía un brillo de diversión en sus ojos y jugaba con su collar.

-No recuerdo haberte dejado entrar-La voz de Marinette era tensa. Esa sensación de que algo estaba mal aumentaba-¿Qué estás haciendo en mi cuarto?

Adrien sonrió, un pequeño hoyuelo se acentuó en su mejilla izquierda. Parpadeó fascinado, mirando a Marinette como si fuera algún tipo de reliquia.

-Dime algo-Sonaba poco exigente-¿Le temes a la muerte?

Marinette no se alteró, sus respiraciones eran lentas y miraba a Adrien como si tratara de encontrar la respuesta en alguna parte de él. Pero presentía que no necesitaba pensar mucho para deducir lo que estaba pasando.

-Lo que sea que estés pensando, no-Murmuró Marinette, advirtiendo-No lo hagas. No tienes idea de lo que está sucediendo.

Adrien tiró la comisura de sus labios hacia abajo, una suave mueca adornó sus facciones.

저주받은 쌍둥이  ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora