Capitulo 17

268 36 4
                                    

Adrien raramente buscaba a su hermano con intención, su primer intento esa mañana fue su cuarto, Felix no estaba convencido de que probablemente estaba haciendo algo inútil.

Acertó. Estaba dedicándole atención a algo tan insignificante como una motocicleta.

Para punto a favor de Adrien, Felix no había descubierto el daño a su segunda moto. Pero lo haría pronto, mientras no sea frente suyo.  Porque si se lastimaba, Adrien no planeaba ayudarlo.

Adrien caminó a través del amplio garaje, su nariz se arrugó con disgusto ante el particular olor. Le daba asco estar allí, pero debía hacerlo. Claramente toda su apariencia de elegancia no acordaba con el lugar.

Adrien miró el viejo Chevy rojo de su ex padrastro Gabriel, estaba cubierto de polvo y distintos recuerdos asaltaron a la memoria del rubio, rápidamente los hizo a un lado. Localizó a su hermano, cambiándole la rueda a una de las motos mientras tenía auriculares cubriendo sus oídos.

Él no tenía ganas de ir ahí y arrebatarle el artefacto de música. Adrien vio un trapo sucio, pero no había ni una forma de que él haga contacto con su mano con ese artículo. Agarró uno de los guantes que Felix solía guardar en uno de los cajones.

De ni una forma iba a tocar algo de ese lugar sin protección.

Felix había sacado con rapidez uno de los auriculares de su oído cuando un trapo impactó contra su rostro. Con el rostro levemente enrojecido, miró en dirección a su hermano con evidente enojo.

-¿Qué demonios quieres?-Antes de que Adrien pudiera hablar, Felix se adelantó-No, no tengo tiempo para tus mierdas en este momento. Estoy ocupado.

Adrien juntó sus manos detrás de su espalda, chasqueando levemente su lengua.

-Bueno no tuve éxito en saber con quien estuvo Marinette-Informó el rubio-Haciendo a un lado eso, no me gusta saber que el policía más detestable de Sparrow venga a casa y me haga firmar un cheque por veinte mil dólares cuando no estaba enterado de eso.

Felix se relajó, tiró el trapo a un tacho con agua y evitó la mirada de su hermano, mientras limpiaba sus manos.

-Sabía que no ibas a poder con ella, es demasiado para ti-Trató de empujar hacia atrás la sonrisa que se asomaba en sus labios-Respecto a lo otro tengo una solución para ti, deja de romper las pelotas de la gente. SI mamá quiere incluso regalar la casa está en su derecho de hacerlo.

Adrien trató de calmar su respiración que comenzaba a agitarse con cada segundo, tratando de mantener su compostura y empujar su impulso explosivo.

-No no lo está, porque soy yo el que controla las finanzas de esta casa-Empujó hacia atrás un mechón de cabello que cayó contra su frente-Por si no lo sabías no voy a dejar que Marinette haga lo que se le plazca mientras este con nosotros. Deberías seguir mi ejemplo.

Felix comenzaba a impacientarse, escuchar las cosas que decía su hermano lo irritaba constantemente. Su forma de pensar, de expresarse y de creerse siempre mejor que los demás.

-¿Tu punto? Déjame a mí encargarme de las cosas, será más fácil-Lo apuró-Y no vuelvas a venir a colmar mi paciencia o te cortaré la garganta.

Adrien sonrió lentamente.

-Sabes las clases para ella comienzan mañana, si las cosas tienen que salir bien. No hay que dejar que se vuelva demasiado popular-Adrien reflexionó-Llamaría demasiado la atención cuando desaparezca de la noche a la mañana.

-Tiene el cabello azabache, sus palabras son tan filosas como un cuchillo y no deja que nadie pase por encima suyo-Felix enumeró cada cualidad-Ella ya llama la atención.

Adrien no lo pudo contradecir, sabía que cada palabra que había dicho su hermano era verdadera. Cada una de esa peculiaridad característica reforzaba su creciente interés.

Adrien de pronto cerró sus ojos, maldiciendo por lo bajo.

-Maldita Verónica. Debo dar ese ridículo discurso sobre como hay que ver las cosas buena de la vida y aún no lo preparé.

Felix se rió, sacando un cigarrillo de sus bolsillos y poniéndolo sobre sus labios. Una cortina de humo lo rodeó.

-Supongo que ella no veía las cosas buenas de la vida.

-No la culpo. Se acostó contigo, ese ya es un motivo para suicidarse-Afirmó Adrien, con seriedad-Realmente eres tan irracional a solo niveles que tú puedes llegar. No puedo creer que te hayas arriesgado de esa forma.

Felix sacó el cigarrillo de sus labios, pasó por al lado de su hermano para tomar la caja de herramientas.

-No la maté, me hubiera gustado. Era insoportable pero yo no lo hice-Aseguró, agachándose al lado de la moto-Por primera vez estoy en una escena del crimen sin haberlo provocado.

Los engranajes en la mente de Adrien comenzaron a moverse para buscar una teoría lógica a lo que había ocurrido.

-No me gusta esto-Murmuró, comenzando a caminar por el garaje a medida que pensaba-Algo no se siente bien ubicado en esa noche.

Felix dejó de girar la tuerca, limpió la transpiración de su frente con la tela de su playera blanca. Él no quería estar de acuerdo con su hermano, demonios, él odiaba estar de acuerdo con su hermano.

-Deberíamos comenzar a pensar en la posibilidad de que no somos los únicos monstruos en Sparrow.

Adrien dejó de caminar, pensando brevemente en lo que dijo Felix. No tenía sentido, los invitados habían sido únicamente de la secundaria y sexto año.

-No es posible.

-Ella se fue de mi habitación mientras yo no estaba, me fijé en el resto de los cuartos y no estaba por ningún lado, entonces dijeron que se tiró del segundo piso-Felix se cruzó de brazos, reviendo el momento en su mente-¿Adivina que habitaciones están en el segundo piso? La mía.

-Marinette-Dijo de repente Adrien-Ella también tiene su habitación ahí ¿Me dirás que no lo pensaste por un segundo?

-Tal vez sucedió en el tercer piso-Felix se opuso a la suposición de su hermano-Esa noche no cerré la puerta del tercero, debía sacar algunas cosas. No creí que alguien suba sin que lo notemos.

Adrien suspiró con frustración, negando lentamente.

-¿Quién iba a decir que luego de todo lo que hicimos, jugaríamos a ser detectives?-Preguntó con ironía-Por un crimen en nuestra propia casa.

Felix si había pensado en la posibilidad de ver a Marinette como una posible culpable, pero no tenía pruebas ni sentido. Ella no se veía triste por lo que le había pasado a Verónica, pero eso no significaba que sea la culpable.

Además, mientras se crea que fue un suicidio debería mantenerse como tal.

-Se lo que estas pensando-Dijo Adrien de repente, mirando a su hermano con complicidad-Solo dilo.

Felix selló sus labios, comenzó a pensar en cada suceso de aquella noche. Sé sentía tan fuera de la escena, él no podía recordar algo que pueda culpar a la chica azabache o justificar lo ocurrido con Verónica.

Pero tal vez se había saltado un pequeño detalle. Felix se puso de pie, caminó hacia su hermano y apagó su cigarrillo contra la chaqueta de Adrien.

-Debo ir a hablar con Tent.

저주받은 쌍둥이  ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora