Capitulo 26

208 31 0
                                    

Si la población de Sparrow hubiera salido de su pequeña limitación mental que le prohibía abrir los ojos para ver las respuestas a sus preguntas más hechas, hubieran notado la extraña inconsistencia en la muerte de Verónica y la macabra aparición de Tent. Que curiosamente siempre tenía a uno de los Agreste conectados con la historia.

Adrien nunca se había puesto a pensar que merecía luego de todo lo que había hecho. Simplemente tampoco sabía que reacción tendría. Solo sabía que no sentía culpa o remordimiento, sabía que sus acciones no eran buena. Pero no estaba interesado en sentir culpabilidad sobre eso.

Felix siempre se sintió resignado, él se autodenominaba una ''auténtica mierda envuelta en basura'', pero sabía que era tarde para sentirse culpable o arrepentirse. ¿Por qué las personas accionan para luego arrepentirse por sus propias decisiones? Él sabía que era en vano, nada podría modificarse, Si la justicia llegaba, la recibiría con los brazos abiertos y un cigarrillo al costado de su boca.

Pero había una especie de justicia silenciosa que había tocado a su puerta, tenía el cabello azabache y odiaba levantarse temprano.

Los tres habían seguido su vida como si las palabras de Marinette no hubieran sido dichas. Por parte de ella, su reputación prosperaba al igual que su popularidad. Realmente no había hecho amigos que no sean Kim. Pero estaba feliz con eso, menos era más.

Por parte de Adrien había tratado de que su dignidad se mantuviera sobre esa fina línea que amenazaba con quedar destruida. Si bien había echo sus asuntos, tratando de recuperar la buena imagen que su familia siempre fue asociada, él no lo hacía bien, pero tenía cada acción de Marinette vigilada.

No por un hecho de tener curiosidad, o de pensar que tenía el derecho de saber que hacía. Adrien sentía que algo no cuadraba en todo el esplendor de Marinette. Sus instintos nunca fallaban, él podía sentir la verdadera aura de las personas. Él era un bastardo que podía sentir a otros bastardos.

Felix no tenía punto medio, si bien se había sentido ligeramente engañado cuando supo que Marinette había roto su especie de trato, sentía la pequeña necesidad de devolverle el favor. Solamente que no encontraba la forma, lo resolvería.

Había comenzado a tomar nuevas pastillas, traídas por su madre. Se sentía sobre todas las cosas...raro... Solo debía tomarlas una vez al día, una sola. Él aprovechaba el momento que tenía cuando se subía al tejado, se acostaba y miraba el cielo estrellado mientras sus manos descansaban detrás de su cuello para ingerir la pastilla.

Si bien no sentía un apego hacia Kaga Tsu, se había dado cuenta del mucho tiempo que pasaban juntos. No eran momentos especiales, ugh. Felix odiaba todo lo que pueda ser romántico. Si no que extrañamente Kaga se subía cada vez más seguid a su auto luego de las clases.

Felix hubiera detenido las acciones de Kaga, él no quería involucrarse con nadie. Demonios, si era por él moriría sin hijos ni esposa. Pero sentía que de alguna forma tenía una deuda hacia Kaga.

Tent.

Su pobre y masacrado amigo. Él que llevaba a Kaga todas las mañanas a la secundaria, él que le servía jugo de naranja en los desayunos por las mañanas. Kaga no estaba deprimida, pero definitivamente si apagada. Aunque su brillo natural seguía intacto.

Felix realmente planeaba decirle que todo debía detenerse. Consideraba que era demasiado hipócrita seguir atado a ella luego de lo que hizo. Pero luego, el mismo día que iba a alejarla. Kaga había subido al auto sin sonreír, con leves ojeras tapadas por el corrector y cabello recogido y dijo.

-Los médicos dijeron que tal vez no sobreviviría.-Murmuró, con voz lejana. Una pequeña lágrima silenciosa se deslizó por su mejilla-No puedo creerlo. Es como un sueño, siento que debo despertar. Que no es real y en realidad él vendrá a despertarme de esta pesadilla.

저주받은 쌍둥이  ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora