Park JiMin, un pequeño chico de mejillas abultadas tenía una misión encomendada por dos de sus hyungs.
Aceptó sin saber en el embrollo en el que se metía y lo único que atinó a decir después de darse cuenta de su error fue:
-YoonGi hyung, creo que e...
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JiMin suspiró mirando a través de la ventana el cielo nocturno, soñaba con ver una noche estrellada, pero en Seoul era imposible. Hizo un puchero que fue rápidamente besado por su novio. Yoongi lo abrazó por detrás rodeando su cintura y apoyando el mentón sobre su hombro.
—¿Qué pasa, bebé?
—Estaba pensando... —comentó bajo la atenta mirada del contrario—. Me gustaría poder ver las estrellas algún día. Pero aquí...
—Es difícil —asintió levemente con un nuevo puchero—. Viajaremos. El cielo acá es horrible y la contaminación apesta. Primero buscaremos algún lugar decente en Corea y quizás, en un futuro, en otro país.
—No tenemos los medios.
—Lo sé. Por eso tendrás que esperar un tiempo. Pero te prometo que cumpliré ese deseo tuyo. Nuestro.
—¿Nuestro?
—Lo mío es tuyo y viceversa. ¿Lo olvidaste?
Sonrió hasta que sus ojos desaparecieron, dándose la vuelta para arrojarse sobre su novio y besarlo por todo el rostro.
—Te amo, Yoonnie.
—Y yo a ti, mi vida.
Unos golpes pequeños sonaron y el mayor gruñó disgustado.
—¿Por qué siempre interrumpen? —JiMin soltó una risita, soltándolo para que pudiera abrir la puerta—. Monster.
—Hey, venía a invitarlos a una salida.
—¿A dónde?
—DanBam. Hace tiempo que no nos relajamos. Sería bueno ir y comer algo. Descansar entre amigos. Hope también viene —añadió ante la mirada nada convencida del pelinegro. Se acercó lo suficiente para susurrarle sin que JiMin escuchara— ¿O quieres que le diga Minnie que casi no duermes por estar estudiando? —YoonGi sintió su alma congelarse. El rapero se separó observando al peligris—. JiMinnie, ¿sabías que hace dos días, hyung no durkdnfifnf?
—¡Iremos! —Namjoom sonrió bajo la mano que cubría su boca— Ahora, largo. Y más te vale quedarte callado o te dejo sin hijos—a empujones sacó al intruso, gruñendo un par de maldiciones por lo bajo—. Estuvo cerca.
—YoonGi, ¿qué iba a decir hyung?
—Nada, bebé. —habló rápido y se movió nervioso ante la mirada acusadora del menor. Tomó su chaqueta colcándosela, para después vestir al peligris con su sweater—. Vamos, la noche no es eterna.
Salieron del local, los raperos restantes los esperaban envueltos en sus abrigos. Cerraron la puerta y caminaron bajo el amparo del cielo nocturno.
—Que frío —comentó HoSeok, frotando sus manos—. Espero que tengan mesas disponibles, no quiero esperar con este hielo.
—A mí me gusta —JiMin miró al moreno, atento—. Los días al aire libre son lo mejor, incluso si hace frío o calor, y las noches... Las noches son preciosas con ese silencio que tienen.
—Que tierno, Monster. —bromeó recibiendo un pequeño golpe en su hombro.
Los mayores rieron y JiMin anotó mentalmente aquel dato.
