Park JiMin, un pequeño chico de mejillas abultadas tenía una misión encomendada por dos de sus hyungs.
Aceptó sin saber en el embrollo en el que se metía y lo único que atinó a decir después de darse cuenta de su error fue:
-YoonGi hyung, creo que e...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Allí estaba de nuevo, sentado en lo que ya podía denominar como 'su puesto' de aquella cafetería.
Como siempre, bebía un café acompañado de un pequeño trozo de tarta de fresa, mientras admiraba el paisaje. Solo que en esta ocasión, tenía otra idea en mente además de sólo observar. Sí, deseaba con todo su corazón que aquel alto moreno se presentase de nuevo por ahí y entablasen una conversación como aquella vez.
Lamentablemente, no era quien iba a tomar esa decisión sino el destino, el cual no estaba de su parte ese día.
Y lo pudo descubrir cuando la campana del lugar resonó y tras la puerta apareció un chico pelinegro, vestido con cierta pinta de rockero.
Rezó a los dioses para que no lo viese, tratando de hacerse lo más pequeño posible para pasar desapercibido. Pero como dije, ni el destino ni la suerte estaban del lado del pelirosa.
—¿SeokJin? —el joven se acercó con una sonrisa coqueta.
—Estúpida vida. —murmuró entre dientes—. SeungWoo, hola.
—Que coincidencia encontrarte por aquí. ¿Puedo sentarme?
“No”.
—Verás, estoy esperando a alguien.
—¿Ah sí? —cuestionó con cierto tono burlesco, mirando para sus alrededores— ¿Y a quién?
“Definitivamente, no a ti”.
—Un... amigo, pero todavía no llega.
—Entonces puedo sentarme.
—¡No! —gritó deteniendo al contrario que movía la silla—. Di-Digo, puede llegar en cualquier momento y tendría que pedirte que te muevas y... sería descortés, así que mejor no te sientes.
—¿Por qué presiento que no me quieres aquí, lindura?
“Porque NO TE QUIERO aquí”.
—Pff, como se te ocurre. Solo te lo decía para no parecer un maleducado, no querrás sentarte y que justo llegue mi invitado y te tengas que ir.
—Bebé... —habló acercándose peligrosamente al pelirosa, causando que retrocediera todo lo que le permitía la silla para mantener distancia—, te he dicho que eres malo mintiendo.
—No estoy mintiendo.
—¿Seguro?
—Claro que sí... —solo los separaban unos centímetros antes de que SeokJin percibirá una cabellera conocida entrar a la cafetería—. ¡Ya llegó mi invitado! —exclamó levantándose de su sitio y caminando hacia la entrada—. ¡Minnie, hola! ¡Gracias por venir!
El menor ladeó la cabeza confundido, e iba a preguntar cuando SeokJin le hizo un par de señas para que le siguiese el juego.
—H-Hyung, ah sí... Lamento llegar tarde.
—No te preocupes, pequeño. —respondió aliviado, jalándo al peligris hasta la mesa donde estaba—. Ves, te dije que había invitado a alguien, ahora vete por favor, queremos disfrutar de una buena tarde.
El joven solo los observó unos segundos en silencio antes de irse, no sin antes dejar un beso rápido en la mejilla de SeokJin, quien se la limpió de inmediato.
—JiMinnie, de verdad eres un ángel. Me salvaste.
—No hay de que, hyung. ¿Puedo preguntar quien era? —cuestionó sentándose junto al mayor.
—Un de mis ex-novios. Él más molesto. —explicó—. Lo bueno es que ya se fue, y todo gracias a ti. —el peligris rió ante el tono desesperado del contario—. En fin, ¿qué haces aquí?
—Ouh... Bueno, venía con-...
—Conmigo. —interrumpió una voz. Ambos admiraron al pelinegro que estaba cruzado de brazos—. Ya me lo robaste para que buscará tus estúpidas pistas, no te atrevas a quitármelo para nuestras citas.
—¡Hyung!
—Eres un gruñón, Min YoonGi. —el aludido solo bufó, yendo por una silla para sentarse junto al menor y tomarlo en un posesivo abrazo, Jin solo rodó los ojos—. Y un celoso, ¡no te lo voy a quitar!
—¿Quién sabe y se te antoja?
—¡YoonGi hyung!
—Soy tan pasivo como él.
—¡Jin hyung! —JiMin soltó un suspiro resignado ante las miradas que se daban ambos chicos. “Por los dioses”—. ¿Qué tal si se dejan y tomamos algo?
—Claro, mi amor.
Después de eso, pidieron un par de cafés y otro trozo de tarta, esta vez de naranja, disponiéndose para pasar una buena tarde. Mientras que JiMin le hacía una que otra pregunta al mayor de todos, anotando en su mente cada dato útil.
Pista Rosa: ha tenido más de una relación de pareja.