Pista Azul 8

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Tarareó al compás de la música, sintiendo el aire frío colarse por su cuello

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Tarareó al compás de la música, sintiendo el aire frío colarse por su cuello. Arregló la bufanda antes de bajarse más el sweater y la camiseta polar que llevaba debajo de éste.
Por suerte le quedaban un par de cuadras antes de llegar a la casa del pelinegro y pasar el resto de la tarde juntos.

Lo había llamado un par de horas antes para preguntarle si estaba desocupado, sin embargo, no contestó, por lo que supuso que estaría dormido y decidió ir a visitarlo como sorpresa.

Al llegar, tocó la puerta siendo recibido por la madre del mayor.

—¡JiMin, cariño! Bienvenido, no sabía que vendrías. —la alegre mujer lo estrechó entre sus brazos, para después hacerse a un lado y dejarlo pasar, cerrando la puerta en el proceso.

—Buenas tardes, señora Min. Lamento llegar así.

—Oh, no te disculpes. —le sonrió con dulzura—. Siempre es un honor tenerte en mi casa, y te he dicho que me digas Haneul. —el menor no pudo evitar ruborizarse—. Supongo que has venido a ver a YoonGi.

—Sí, seño-... Haneul, ¿está?

—En su habitación, aunque pareciese que ni siquiera habita aquí. —JiMin soltó una risita ante lo dicho por la mayor—. Ha estado encerrado junto a NamJoon desde la mañana. —explicó negando con la cabeza—. Ni siquiera para ir a la universidad se levanta temprano, pero para componer...

El peligris asintió, comprendiendo la pasión de su novio por la música, idéntica a la de él por el baile.

Por otra parte, se sintió algo mal al saber que estaba ocupado, no queriendo interrumpir sus planes.

—Pero no te quedes ahí, cariño. —lo alentó al ver el rostro pensativo del chico—. Ve a verlo. Estará muy contento de tenerte aquí y quizás hasta se le quite lo gruñón.

JiMin sonrió asintiendo, y despidiéndose de la mujer, subió las escaleras hasta el cuarto del pelinegro. Escuchando las voces que provenían del interior.

—¡Maldición, Monster! Te he dicho miles de veces que no descargues estas cosas en los pendrive, ¡se llenan de virus!

—Te juro que será la última vez, hyung.

—No me vengas con esas. —en ese momento, JiMin tocó la puerta—. ¡Mamá, no ahora! —el menor soltó una risita antes de abrir e ingresar— ¡Mamá! Qué esta-... ¿Minnie?

—Hola, hyungs.

—¿...Qué haces acá, bebé? —preguntó levantándose de su asiento para ir y besar al peligris.

—Vine a verte. Pero si estás ocupado... —dijo lentamente, con unos ojos de cachorrito adornando su rostro.

—Bueno..., sí estamos tenemos algo de traba-...

—¡Ya terminamos por hoy! —saltó el moreno de repente—. Ya seguiremos después, los dejo solos. ¡Adiós!

—¡Espera, NamJoon! —pero el chico ya había desaparecido—. Demonios, ya lo retaré cuando lo vea.

JiMin sonrió, besando al mayor para relajar su ceño fruncido.

—¿Y por qué estás molesto con hyung?

—Bueno... —un gemido bastante fuerte sonó interrumpiéndolo. El tono pálido de YoonGi pasó a ser tan rojo como el de un tomate— ¡No es lo que crees! ¡Sabes que no yo miraría otro cuerpo que no sea el tuyo!

—Entonces...

—Es de Monster, se pone a descargar estos videos y deja todo infectado.

—Ouh...

—Sí, bueno... NamJoon es...

Pista Azul: Tiene un 'toquecito' de pervertido.

Double Spy - knj & ksjDonde viven las historias. Descúbrelo ahora