Scripted Love

Capítulo 25

Capítulo 25: Germán

---------------------------------------------------------------------

--Germán, ¿qué haces en mi casa?-- él aun no sabe que responder.

La ultima vez que nos vimos no fue tan malo pero aun me sentía traicionada por su actitud, aun así, tiene un tiempo que quise ya dejarlo pasar; intentamos algo que era obvio que no era posible y lo único que logramos fue arruinar una linda amistad.

--Pasa, tal vez adentro ya te animes a hablar-- bromeo un poco y el se ríe.

Cuando me despedí de él hace ya un tiempo no planeaba verlo de nuevo hasta el estreno de la película, pero que este aquí en mi casa mirándome fijamente como si tuviera mucho que decir y las palabras no le salieran, puedo entender que realmente desde hace tiempo ha querido hablar conmigo pero sin ser interrumpido por mi.

--Perdón por presentarme sin invitación-- habla apenado.

--No te preocupes, mi día ha sido ponerme y quitarme vestidos, así que tu visita es perfecta-- admito.

El sonríe, parece que mis palabras sirvieron para que dejara sus dudas, tal vez temía a que en cualquier momento le dijera que se fuera de mi casa.

--¿No te molestara si te dejo un momento?-- inquiero y él niega con la cabeza. --Gracias, es que quiero bañarme.

--Ve, yo espero.

--Puedes ver televisión o si gustas comer algo adelante, no es la primera vez que estas aquí, conoces mi casa-- si me detengo a prestar mucha atención a lo que dije, no suena muy bien.

Germán asiente y se voltea con dirección a la televisión, no pensé en volver a sentirme cómoda con él a mi lado pero estoy feliz de tenerlo de vuelta. Por ahora tratare de mantenerlo en secreto, no creo que a Tristan le agrade pues después de lo que me hizo me dejó muy en claro que no le agrada. 

Trato que mi ducha no sea tan larga para no dejar mucho tiempo a Germán solo, no se que sea exactamente lo que quiera decirme pero honestamente espero que después de hoy podamos reunirnos como antes y pasar un buen rato juntos, si eso pasa, tendré que buscar una manera de decirle a Tristan; nunca imagine que tendría amigos pero no solo tengo a las chicas, en realidad, tengo a los chicos.

No estoy sola como lo creía y eso me hace feliz.

Cuando estoy lista bajo a la sala de estar donde deje a mi amigo pero al llegar, ya no esta. Un rico olor a plátanos fritos, si no hubiera llegado ese olor a mi nariz no me hubiera dado cuenta del hambre que tengo.

--Espero y no te moleste que haya entrado a tu cocina sin permiso-- habla Germán al verme.

--Descuida mientras que me invites de lo que estas preparando no me enojaré-- le sonrío para agarrar una de las rebanadas que ya están fritas. --Y ¿viniste a cocinarme?

Su carcajada suena en toda la cocina, desde que deje de tener la compañía de mi vecino casi no había risas en mi casa, de hecho, ni estoy en mi casa por el trabajo. 

¿Por qué siempre termino mencionando a Tristan?

--Te extrañaba, pero todavía no es hora de hablar, deja que termine de cocinar y ya hablamos a gusto-- deja de ponerle atención a su comida en preparación y se gira hacia mi.

--¿Qué haces? Se quemara la comida--le comento cuando lo veo demasiado cerca.

--Tranquila-- me toma de los hombros y me gira para que le de la espalda. --Te llevare a la sala, ahí me esperas.