|𝖮𝖭𝖤 𝖲𝖧𝖮𝖳𝖲| 𝖬𝗎𝗅𝗍𝗂𝖿𝖺𝗇𝖽𝗈𝗆.

(36) Peter Hayes

Pelea

Era el tercer día en Osadía, la facción que decidí elegir como nuevo hogar, el problema era lograr mantenerla así.

Chris y Tris al frente mío parecen muy entretenidas en su charla, tanto que no han notado que he salido de ella.

—Miren nada más, si es la chica de algodón —dice esa molesta voz que de inmediato reconozco. Ruedo los ojos.— Dime, ¿en la casita de golosinas no te quería la bruja y por eso viniste a parar a Osadía? —Dice, sus amigos se ríen alentando sus tonterías.

Entrecierro los ojos tratando de tranquilizarme; si estuviera en Cordialidad, simplemente ignoraría los comentarios negativos y seguiría con una sonrisa plantada en el rostro.

—¿Qué estás sorda? Te hice una pregunta —siento un tirón hacia atrás, rápidamente paso mi mano por mi nuca sobando donde me duele. Me giro molesta y Peter mantiene una sonrisa; trato de contenerme al ver algunos cabellos rubios en sus manos que fueron desprendidos de mi cuero cabelludo.

—Anda a joder a otro lado —le dice Cris. La observo de reojo con la mirada levemente inclinada, no quiero que se meta en problemas.

Peter chasquea la lengua ignorando a Cris. Mis ojos lagrimean un poco, amenazando con llorar del coraje que tengo acumulado en este momento.

Peter se sigue riendo hasta que se detiene a mirarme: "Oh, vamos, ¿vas a llorar? No llores, te perderás la mejor parte. Escucha esto" —se lleva una mano al pecho y comienza a tararear— "Hazme un mundo de caramelo, llena el aire con algodón, que los dulces caigan del cielo, las estrellas piñatas son".

—Hayes, cierra tu bocota ahora mismo; si quieres cantar, no deberías estar en Osadía —grita la única persona que puede llegar a intimidarme, incluso a Peter. Eric mira hacia acá con el ceño fruncido.

—Es cierto, creo que te equivocaste al estar en Osadía, Peter; tienes talento nato para cantar, aunque desafinaste un poco al final, en Cordialidad cantarías todo lo que quisieras —le digo y todos los presentes comienzan a reír. Noto cómo sus nudillos comienzan a apretarse.

—Lucille, Lucille, ¿te cambiaste el nombre a Lu porque admites ser una perdedora? Lucer —dice tratando de recuperar su dignidad con un nuevo insulto.

—Querido Peter, si en esas andamos, supongo que deberíamos llamarte Pe —le digo. Este me mira confundido, no entendiendo.

—Ja, ¿y eso de qué va? Es obvio, deriva de mi nombre, Peter.

—No se refiere a Peter; el término Pe, al parecer tú no has entendido —habla Tris.— Se refiere a que deberías llamarte Pe porque —Tris mira hacia todos lados y Cris y yo la miramos sonrientes— porque eres un pendejo —finaliza. Al fin todos soltamos una carcajada; todos los presentes en el comedor miran a Peter y abuchean.

Peter rebusca algún otro insulto, pero al no saber qué decir, se da por vencido.

—Bien —frunce el labio y se larga hecho una furia. Lo veo alejarse.

Cris palmea mi espalda haciendo que la mire. —¿Todo bien? —asiento.

—Oye Tris, eso fue fantástico —le dice Will.— Oh, igual tú lo dejaste en su lugar —habla dirigiéndose a mí.

—Oh sí, eso estuvo genial, aunque por un momento pensé que no serías capaz de decir la palabra Tris —admite Cris.

—Bueno, es que se lo tenía merecido.

Vuelvo a mirar hacia dónde Hayes se fue; pienso en que si no fuera tan idiota, podría llegar a gustarme, y quizás hasta mantener una relación, pero por lo tanto, seguiré haciéndolo enojar a ver dónde termina esto. Si Tris y Chris llegasen a enterarse de que me siento una pizca atraída por él, seguro me matarían.