|𝖮𝖭𝖤 𝖲𝖧𝖮𝖳𝖲| 𝖬𝗎𝗅𝗍𝗂𝖿𝖺𝗇𝖽𝗈𝗆.

(28) Harry Hook

Brave

Soy la hija de Mérida, nunca me gustaron los príncipes mimados. Toda mi vida en Auradon había sido tan aburrida, siempre rodeada de gente que parecía venir en molde de azúcar. Pero todo cambió cuando fui con los chicos a rescatar a Ben. Ese día conocí a una persona que me hizo cambiar de panorama y ver las cosas de manera distinta, una persona de la cual quedé completamente enamorada. Pero como es de esperarse, no siempre se obtiene un final feliz.

Al final resultó que fui parte de una cuartada, pues el camarón y Hook tramaron algo para derrotar a Mal, y yo era el plan, utilizarme y manipularme a su antojo. Afortunadamente, mi mamá no fue reconocida por lloriquear y esperar a que sus problemas se resolvieran solos, y los enfrentó con valentía, así lo hice yo. Me di cuenta y no pudieron ejecutar su plan. Sin embargo, Uma logró cruzar la barrera, lo cual nos hacía no poder dormir tranquilos, a mí en especial, pues aun sabiendo que Harry seguía del otro lado, nada me aseguraba que Uma no raptara la varita del Hada madrina y destrozara la barrera.

El día en que fueron por nuevas personas a la Isla para brindarles una segunda oportunidad, Hades casi lograba salir, pero por suerte, Mal logró impedirlo.

Me contaron que Dizzy, la pequeña hermanita postiza de Evie, era la encargada de hacer esos fantásticos cambios de look en las villanas, así que yo también quería algo. Le dije y ella encantada aceptó.

Me daba gusto que mi madre y mi padre estuvieran muy lejos en su reino, pues si vieran lo que acababa de hacer con mi cabello, seguro me llevaría un gran regaño.

Si bien mi cabello no era rizado como el de mi madre, sino lacio como el de mi padre, mantenía ese color pelirrojo. Pedí a Dizzy que lo cortara en corte bob por debajo de los hombros, pues el largo de años ya no me gustaba, y como toque final añadí unos mechones de un color rojo más intenso que mi tono natural. Se veía como una llama de fuego, y realmente lo amaba.

Evie era la persona con la que mandaba a confeccionar mi ropa, así que mi armario estaba lleno de cosas que me encantaban. Era parecido a lo que Evie y Mal vestían. Tomé un conjunto de un pantalón verde, una blusa verde, unos botines negros y una chaqueta igual de color verde, obviamente manteniendo mis colores característicos.

En mi habitación guardaba mi arco en secreto, pues el Hada madrina se ponía muy paranoica respecto a esas cosas.

—Quedaste absolutamente distinta, te ves tan, tan ruda —dijo Jay mientras todos veían mi nuevo cambio.

—Gracias, soy toda una villana —bromeé.

Un ruido se escuchó afuera, llamando nuestra atención. Al salir, vimos a Audrey, quien estaba totalmente cambiada.

Mal estaba convertida en anciana, así que decidimos ir a la isla por la brasa de Hades, pues era lo único para derrotar a Audrey.

Esperaba en el puente, pues Evie, Mal, Carlos y Jay estaban en la isla. A pesar de que yo misma pedí asistir, al final no tuve el suficiente "valor" para entrar a la isla. Quizás era un rotundo fracaso ser la hija de Valiente, pues al final yo no lo era tanto.

Al fin venían, y Mal traía en su mano la brasa. Di un suspiro, lo consiguió. Abrieron la barrera y salieron.

—¿No te aburrió esperar? —preguntó Carlos.

—Debo admitir que un poco sí, un poco mucho. ¿Y sus motos?

—Fueron robadas —respondió Jay—, y no te gustaría saber por quién.

De pronto, cuando la barrera estaba por cerrarse, saltaron dos personas, sus ropas me indicaban quiénes eran. Todos permanecimos con los ojos como platos. Jay y Carlos se acercaron empujándolos. Los chicos trataban de alejarlos hasta que la piedra se le cayó a Mal, para nuestra fortuna o desgracia, Uma la tomó.

—¿Qué mierda hice para merecer esto? —dije en lo que según yo sería un susurro, pero pareció escucharse por todos. Harry me miró, quien apenas se percataba de que yo estaba ahí. Ignoré sus miradas y me alejé con Evie.

—No irán con nosotros —habló Mal enojada.

—No tenemos opción, es eso o no tendremos la brasa para derrotar a Audrey. Sabes que el poder del cetro de tu madre es muy fuerte, Mal —comenté. Jamás llegaríamos a un acuerdo si Mal no aceptaba la petición de Uma.

—De acuerdo, pero yo mando —habló Mal. 

Al fin que ambas estaban decididas, caminamos hasta Auradon. Durante el camino, me mantuve en una postura firme, ignorando por completo que Hook estaba presente.

—Val —una mano sostuvo mi brazo mientras yo trataba de no mirar.

—No.

—Tenemos que hablar, no puedes ignorarme todo el tiempo.

—¿Ah no? ¡Ponme a prueba! —Me solté de su agarre, dispuesta a continuar mi camino.

—Fui un idiota, lo admito.

—Demasiado tarde, Hook —dije mirándolo—. Ya no queda nada que pueda ofrecerte, te encargaste de matarlo, ese amor que sentía ya no está, ya no confío en ti porque me traicionaste, y es por eso que ya no puedo confiar en la gente, me cuesta relacionarme. Me dejaste con miedo a querer y que me quieran, me dejaste un dolor profundo y no quiero que me lastimen. No de nuevo.

—Puedo hacerte querer de nuevo, Val. ¿Planeas quedarte en tu cápsula de aislamiento por siempre?

—Ese es el maldito problema. ¡Ya no puedo, ya no quiero! Me partiste el corazón, Harry —respondí—. Si querías jugar, me lo hubieras dicho. Yo también podía jugar y nadie salía lastimado.

—Yo no quería hacerte daño, nunca debí de haberme enamorado de ti, el plan era utilizarte, pero no pude. Fracasé porque me terminé enamorando de "la cuartada". De ti.

—No vuelvas a decir eso —estaba molesta, realmente molesta—. Tarde mucho en sanar, no lo arruines.

.

—Audrey, por favor, recapacita, suéltala —hablé mirando a Audrey, quien tenía de rehén a Celia.

Miré de reojo a Mal, quien estaba transformada en dragón. Audrey se distrajo un momento así que me acerqué y tiré del cetro, sin calcular bien lo que pasaría. Audrey giró rápidamente y disparó un destello contra mi pecho, haciéndome retroceder y por ende, caer de la torre. Mal se aproximaba a mi rescate, dejándome en el jardín. Alguien se aproximaba hacia mí, tomando mi mano con firmeza. Es lo último que recuerdo.