(45) Lucius Malfoy

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Smut

La joven bruja observó a lo lejos al mayor de los Malfoy, el rubio que le parecía un tipo aristócrata y pedante, miraba entretenidamente el Quidditch.

Cada mirada que él le daba despistadamente, pues el lugar estaba infestado de gente, le hacía suspirar y que su corazón diera un vuelco.

No supo por cuánto tiempo llevaba juntándose con Draco, y en las ocasiones que este le invitaba a su mansión, ella fue teniendo un interés por Lucius, y estaba casi segura de que él ya lo sabía.

En repetidas ocasiones, cuando Narcissa no estaba cerca, él se acercaba a ella poniéndola nerviosa, y derretida a sus pies para su total disposición. Pero hasta ahora, el mortífago no le había causado ningún roce siquiera.

El Quidditch terminó, ganando Gryffindor para el colmo de la joven. Sabía que Draco no tardaba en salir echando chispas.

A pesar de siempre haber estado para consolar al rubio en varias ocasiones, siempre terminaba en lo mismo, sin llegar a nada y él aún más molesto, así que esta vez quería estar tranquila antes de que Draco se encontrara con ella.

Suspiró profundo y se dedicó a irse en silencio, pasando desapercibida para no ser molestada.

—Ravenna Aschmog —escuchó esa sensual y estúpida voz que le hacía brotar las hormonas.

—Señor Malfoy —dijo girando para ver al rubio que lucía tan apuesto como siempre—. ¿Busca a Draco?

—No —negó una sola vez y después sonrió de manera que ella no comprendió—. Te buscaba a ti. Ella entrecerró los ojos. A la castaña le extrañaba un poco; no entendía el porqué la buscaba a ella y no a su hijo.

—¿A mí? —volvió a preguntar. Observó cómo el señor Malfoy asentía, confirmando a la joven que sí la buscaba a ella.

—Vamos —invitó a seguirle el paso, pero apenas estuvieron fuera de la vista del resto de magos y brujas, él tocó su hombro, apareciendo en otro lado.

Ella miró asombrada sin entender; se sentía un poco mareada, por lo que Lucius la alcanzó a tomar en brazos para que no cayera.

—Tranquila, un mareo —anunció el mortífago para llevarla al sofá más cercano.

En lo que su vista se aclaraba, pudo ver que era una habitación, y por los detalles en las paredes supo que era la mansión Malfoy.

—¿Qué, qué hacemos aquí?, ¿Draco está por aquí? —preguntó ingenua sin saber que había caído directo a la cueva del lobo—. Señor Malfoy —dijo un poco nerviosa al verlo dar vueltas mirándola, como un animal salvaje a su presa. Intentó levantarse, pero estaba inmovilizada.

—Querida Ravenna, la amiga más leal de mi hijo, sabes bien por qué estás aquí, o —pausó brevemente deteniéndose para mirar a la muchacha—, ¿me equivoco?

La castaña negó múltiples veces, pero al ver cómo él se acercaba a ella, asintió.

—Yo lo deseo, Lucius —se atrevió a decir, pensando en que si Narcissa o Draco se daban por enterados, ella jamás volvería a pisar la mansión Malfoy.

—Nada de usted, hablame de tú —, permitió el hombre. Quito su capa y la dejó a un lado de la chica para acercarse y tomarla del mentón repasando su lengua por su cuello hasta el lóbulo de la oreja. —Sabes bien que se me antoja comerte. —Comentó, subiendo la excitación de la bruja, haciendo que sus bragas se fueran humedeciendo.

—Entonces devorame, soy tuya— suplico mientras se mordía el labio. El rubio se mantuvo quieto en su lugar para hacerla sufrir un momento. Ella notó su acción por lo que recurrió a pasar una mano por la entrepierna de Malfoy, subiendo hasta su reciente erección. Este suspiro alzando la cabeza.

Con rudeza y firmeza sujeto ambas manos de la joven llevándolas a la altura de su nuca y se abalanzó hacia ella besando su cuello. Mientras con su mano libre arrancar la túnica y rasgar la playera que llevaba por debajo, dejando al descubierto su brasier de encaje negro. Se separó apreciando la vista y con una de sus manos desabrocho la prenda para dejar al descubierto los pechos de la castaña.

No dudo en llevarse uno a la boca y lamerlo, provocando que la bruja suspirara tratando de ahorrarse los gemidos para el momento de la acción.

Lucius soltó sus manos, por lo que le permitió a la castaña comenzar a desabotonar la playera blanca que llevaba. 

Esperando por más, volvió a rozar la intimidad de este, provocando que gruñera y la jalara para tener acceso por debajo de su falda. Llevo una mano directo a la parte íntima de la joven y comenzó haciendo movimientos circulares por encima de la prenda.

—Estas muy húmeda, linda, alguien está deseosa—, comentó haciendo que ella se sonrojara.  —Lo siento, no te aseguro que no duela, pero vas a gozar y pedir por más —, en un rápido movimiento destrozó la panti dejando a la vista los labios de la castaña. Comenzó a dar un masaje con las yemas de sus dedos preparando para cuando la penetrara. Antes de comenzó con un oral para hacer a la bruja aumentar su nivel de excitación. Habiendo humedecido más la zona introdujo un dedo, con el cual solo hizo una ligera mueca, un segundo y tercero, comenzando a estimular mientras soltaba sonoros gemidos, sin llegar a sentir  dolor.

Acabando su trabajo llevó sus manos a su pantalones para desvestirse pronto, dejando a la vista de la chica la gran erección del señor Malfoy.

"Cissy se sacó el premio mayor"  pensó.

El rubio continuó introduciendo sin tener delicadeza en su acción. La castaña sintió como entraba completamente a su intimidad, movió la cabeza reprimiendo el llanto por el dolor que sentía, pero Malfoy la logró serenar juntando sus labios mientras con una mano estimulaba la zona para que el dolor fuera desapareciendo, así fue. 

Después conforme pasó el tiempo las embestidas eran cada vez más rápidas, provocando un inmenso placer en la castaña.

—Sigue—, suplico,— continua Lu.... cius. —Gimió arañando la espalda del rubio.

Este se mordió el labio y soltó un largo suspiro. Una sensación de disfrute recorrió el cuerpo de ambos. Al sentir los fluidos salir del interior de la castaña.

Antes de que Cissy llegara a la casa, se vistieron usando magia, para después despedir a la castaña y regresarla a Hogwarts.

—Te veré pronto belleza— avisó Malfoy a la chica, besándola de nuevo con deseo.

—Hasta pronto Lucius—, respondió ella antes de desaparecer y regresar al colegio.

Sonrió ampliamente, estaba más feliz de lo normal.

—¿Dónde estabas? —, preguntó Draco a espaldas de la chica, mirándola interrogante.

"Follando con tu padre"

—Yo.... Por ahí— , fue lo que logro decir. El rubio frunció el ceño, sabía cuando mentía, pero ya lo averiguaría después.

—Esta bien. Es tarde, vamos a la cena— dijo. La chica asintió para ambos irse directo al comedor.

|𝖮𝖭𝖤 𝖲𝖧𝖮𝖳𝖲| 𝖬𝗎𝗅𝗍𝗂𝖿𝖺𝗇𝖽𝗈𝗆.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora