¿Park o Jeon? - Taekook.

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Todos estaban en la sala de recepción disfrutando de un momento en familia, una chica rubia sonreía mientras anotaba en su cuaderno todo lo que le dictaban, emocionada pues sería su primera vez planeando una boda.

— ¿Qué color te gustaría que fueran los manteles de la mesa? — preguntó emocionada.

— ¿Eso importa? — Jungkook frunció su ceño y la rubia bajó la mirada algo triste, su primer cliente y al parecer no le importaba nada respecto a la boda — Lo siento Momo, estaré de acuerdo con lo que decidas.

Jungkook suspiró y agarró una copa de vino el cual se lo tomó de frente y rápido. Aparentar estaba siéndole muy difícil, pero él ya había tomado una decisión e iba a cumplirla.

Un acuerdo de matrimonio es lo que nunca se espero es su vida. ¿Cómo se le ocurrió hacer eso a su padre? ¿Por qué nunca le comentó sobre su estado económico? Él hubiera ayudado y hasta comprendido la situación. Odiaba esto.

— Lo siento mucho hijo — su padre ahora estaba a su costado.

— Yo igual — susurró — ¿Qué postre te gustaría comer? Después de la ceremonia todos iremos a una recepción a festejar mi unión — sonrió fingidamente.

— Jeon Jungkook — advirtió su padre.

— ¿Te gustaría también escoger a tus próximos nietos? — preguntó molesto.

Cuando el señor Jeon iba a responder, pero justo llegó Namjoon sonriendo. Y tomando la mano de Jungkook sin pedir permiso.

— Hyung — dijo el menor mirando como su mano se entrelaza con la de Namjoon.

— Nos iremos antes — avisó, se despidieron de todos y recién entonces comenzaron a caminar hasta la salida en silencio.

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Al llegar a casa de los Jeon, el menor fue corriendo rápidamente hacía su habitación, comenzó a sacarse aquel traje que lo molestaba y se colocó un buzo más cómodo. Se lavó la cara y miró al espejo con ganas de llorar.

¿Han sentido lo que es fingir ser feliz? Se siente horrible.

Jungkook escuchó pasos en el primer piso y suspiró. Al parecer su hyung seguía en su casa, aún no se iba y no sabía como actuar ahora con él. Le hubiera gustado aunque sea tener sentimientos amorosos hacía su hyung, pero nada.

Caminó hasta la puerta trasera de su casa, donde también había otro pequeño jardín, había un columpio y le gustaba a veces sentarse ahí y pensar. Estaba vez decidió sentarse en el césped para admirar el cielo.

— ¿Tú lo sabías? — preguntó Jungkook mirando a Namjoon.

— Sí y lo siento — dijo sentando a su costado ambos miraban las estrellas que ese día habían decidido salir.

— ¿Por qué yo? Hay muchas otras personas.

— Quiero que seas tú — le dijo — No me gusta perder.

— ¿Me ves como un trofeo? — Jungkook frunció su ceño.

— No — negó — Me enamoré de ti y no quiero perderte y ahora que tengo una oportunidad la aprovecharé.

— ¿Oportunidad? — estaba confundido — Claro una oportunidad que surgió a la fuerza — Jungkook contestó riéndose irónicamente.

Namjoon suspiró y sabía que estaba jugando con fuego, pero ¿Por qué no quemarse más de lo que ya estaba? Entonces decidió preguntarle a su menor.