¿Park o Jeon? - Taekook.

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La habitación estaba lleno de regalos y arreglos florales. En tan solo minutos Jeon Jungkook se casaría con una persona que no ama. Aún con la poca ilusión que le quedaba, esperaba que alguien lo salvara de todo esto.

Suspirando fue directo al gran espejo, se miró y sonrió, era un traje bonito tenía que admitirlo, el maquillaje que le colocaron resaltaba mucho sus facciones y su pelo estaba bien acomodado.

Debería ser un día que debería recordar para toda la vida. Pero no siente que quiera recordar este momento nunca. Tenía ganas de llorar. No sentía felicidad, sino todo lo contrario. Cerró los ojos para evitar que las lágrimas saliesen, respiró profundamente y volvió abrir sus ojos.

Asustado volteó a mirar a la persona que se encontraba allí, ahora mismo adelante suyo.

— T-tú — tartamudeó sorprendido.

— Te amo — sonrió admirando la belleza de su ex novio — Prometo nunca volver a ser un cobarde y dejarte ir Jeon Jungkook.

— ¿Cómo entraste? — preguntó.

— Digamos que tuve que escabullirme muy bien — se despeinó algo nervioso.

— Jungkook querido es hora, todos estamos esperándote — dijo del otro lado de la puerta la madre de Namjoon, algo que agradecieron ambos, Tae y Kook, fue que no entrara a la habitación.

— Yo tengo que ir — susurró Jungkook caminando hasta la puerta, pero Taehyung fue más rápido y lo terminó acorralando.

— No dejaré que te cases — gruñó — No puedo, Jungkook te amo y hoy voy a cometer la mayor locura de mi vida — con esos grandes y hermosos ojos que hicieron enamorar a Taehyung, Jungkook lo miró — Vámonos lejos de aquí.

— ¿Qué?

— Escapemos — dijo separándose de Jungkook — No quiero un no como respuesta — ambos se miraron y Taehyung le tendió la mano esperando a que Jungkook la agarrase para confirmarle que sí aceptaba la locura que quería cometer Kim — Confía en mí Kook.

— ¿Está vez no me dejarás?

— Nunca más.

Jungkook lo pensó y sonrió ante la decisión que iba a tomar. Amor es arriesgar. Amor es vivir. Amor es amar sin condición. Amor era lo que sentía por ese idiota que estaba al frente de él.

Y Kim Taehyung era su única salida.

— Prometí que no habría una tercera vez Tae — sonrió ladino — Quiero arriesgarme contigo, quiero confiar en ti por está última vez — tomó la mano de Taehyung entrelazando sus manos, encajaban demasiado bien.

— Está vez haré las cosas bien Kook — besó castamente los labios contrarios y con una sonrisa en labios abrió la puerta de aquella habitación.

Ambos corrieron fuera del lugar, de la recepción, donde se iba llevar acabo la boda. No sabían lo que les esperaba el futuro. O si volverían a cometer más errores. Lo único que importaba ahora es que por fin su amor triunfo y estaban juntos otra vez.

Amor es arriesgar, así creas que estás haciendo mal. Y Jungkook acaba de arriesgarse a sufrir otra vez por la persona que ama.