Juego de gemelos

Somos gemelos

¿Podía haber algo más humillante para dos pequeños niños de 11 años que lo que ocurría ahora? Probablemente no.

Casi todos los niños del campamentos, las moderadoras y las Marvas, caminaban en fila mientras Luke y Leia iban en frente con sus maletas. Ezra, Mara y Jynn observaban con tristeza a los dos niños, los extrañarían. La fila se detuvo y la mayor de las Marvas tocó el silbato para que le pusieran atención.

- De acuerdo niños, el resto de ustedes, vuelvan a sus actividades- dijo la mayor de las Marvas y todos los niñso aplaudieron, saltaron y celebraron, mientras corrían alejándose de allí. Mara, Ezra y Jynn se despidieron y salieron también del lugar, para sorpresa de Leia y Luke, esos tres ya se llevaban bien.

- Y ustedes dos- dijo la Marva mayor- A la cabaña de aislamiento

La menor de las Marvas apunto con una enorme sonrisa, realmente parecía que estaba disfrutando de eso, fue el único momento en que los dos niños se preguntaron que tan insoportables eran para que las Marvas los enviaran allí. 

Habían pasado todo el día en completo silencio, luego de discutir que cama sería la de cada uno, Luke cedió en que Leia se quedará con la cama de al fondo de la cabaña, él tomaría la de la ventana.  Era el lugar más frío de todos, y Leia había dicho venir de Tatooine, seguramente se congelaría en ese lugar y claramente jamás dormirían uno cerca del otro.

En la noche, Leia intentaba leer y Luke intentaba dormir, por lo que Luke apagó la luz que increíblemente conectaba toda la cabaña. Leia lo miro seriamente y encendió la luz con el interruptor que estaba de su lado, Luke se sentó en la cama mirándola desafiante y así pasaron largos minutos hasta que el foco simplemente explotó, para tristeza de Leia y felicidad de Luke. Al otro día deberían conseguir un foco.

Tuvieron suerte de haber conseguido un foco a tiempo, porque justo cuando llegaban a la cabaña había comenzado a llover. Leia suspiró comenzando a ordenar sus fotografías en la pared, mientras Luke miraba por la ventana. De pronto la lluvia se intensificó y la ventana se abrió de golpe, mandando a volar todas las fotografías que Leia acababa de colgar. Leia corrió a cerrar la ventana, pero ni siquiera usando la fuerza lo lograba. Luke al ver que Leia no lo lograba se puso de pie instintivamente y corrió a ayudarla. Intentaron empujar pero no podían.

- Se atascó- dijo Luke y entonces recordó que al perecer Leia también era una usuaria de la fuerza- Ey, usemos la fuerza- dijo Luke y Leia sonrió.

Ambos niños usaron la fuerza para cerrar la ventana, les costó un poco pero finalmente lo lograron, ambos se miraron y se sonrieron casi tímidamente.

- Gracias- dijo Leia con una sonrisa amable.

- No fue molestia- respondió Luke sonriendo.

Leia miró todas sus fotografías esparcidas por el suelo y suspiró debería ordenarlas todas. Luke se sentó a su lado confundido, comenzando a ayudarla.

- ¿Se arruinó alguna de tus fotografías?- preguntó Luke preocupado. 

-  Ninguna por suerte- dijo Leia sonriendo

- ¿Eres de Tatooine no?- preguntó Luke tomando en sus manos una foto de Leia que parecía ser de Tatooine.

- Si- respondió Leia con una sonrisa

- ¿No extrañas tu casa? Eso es bastante lejos de acá- dijo Luke pensando en lo lejos que quedaba Tatooine.

- No extraño Tatooine- dijo Leia pensativa, no le gustaba mucho Tatooine, era un enorme desierto- Pero si extraño a mi papá- dijo Leia con algo de nostalgia mientras arreglaba las fotografías.