Superioridad

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Mis ojos pesaban de lo cansada que estaba, no había dormido muy bien la ultima noche. Había pasado aproximadamente unos 2 días desde el fallecimiento de Mary. Me levanté de la cama tallando mis ojos entre ojeras y y bostezos. 

Salí de mi habitación escuchando aquella voz que tranquilizaba mis mareas. 

Gilbert: Dejaremos a Delphine con Marilla el sábado a tiempo para tomar el tren a Charlottetown...Veré al doctor Ward y tú irás a El fangal para preparar el funeral con el ministro y hablar con los amigos de Mary. 

me centré en llegar a la cocina mientras bash se encontraba sentado mirando a la nada y Gilbert cargaba a Deli. 

Ver a Gilbert cargando a la bebé hizo que mí estomago diera un giro bastante inesperado y mis latidos se aumentaran, me obligó a que cayera profundamente a admirar como con delicadeza la sostenía como si de su propia hija se tratara. Su vista se postró en mi generando una sonrisa en su rostro al verme. 

Gilbert: ¡Buenos días!

-¡Hey!.- respondí sin muchos ánimos. Me acerqué a Bash y me senté junto a él, no decía ni una palabra, tome su hombro y le di unas caricias para que comprendiera que estábamos para el. 

Gilbert: ¿dormirás una siesta? .-le decía a la bebe mientras la recostaba en su cuna. 

sonreía mientras él admiraba a la niña, pero yo lo admiraba a él. 

Gilbert: Hey, ¡tienen que ver esto!

ambos nos levantamos y nos acercamos a la pequeña cuna y la bebe sonreía. 

-Bash, esta bien sentirse de cualquier manera, enojado, triste..

este suspiró antes de contestar un simple...

Bash: Estoy bien. 

Gilbert: por lo menos come algo, estoy casi seguro que es comestible.- destacó aquella palabra por su mala forma de cocinar y yo reí.

conviví un poco con ellos, entonces fue cuando recordé que mi día estaba completo de pendientes. Me levanté de golpe al recordar que primero debía encontrarme con Anne en la estación para despedir a ka'kwet, quien iría a una especie de escuela, según me contó Anne. 

Me despedí y corrí hacia el establo, es bueno tener un caballo de ayuda ciertas veces. 

La pelirroja y yo quedamos en cada una llevar un vestido para ella como un regalo sobre su nueva aventura. Y así fue. Al llegar a la estación abrazamos a nuestra pequeña amiga y le ofrecimos nuestros vestidos. Su madre aunque dudó un poco finalmente la dejó conservarlos.

-¿Estas lista?

Ka'kwet: estoy nerviosa

Anne: todo estará bien

-Saldrá de maravilla, estamos seguras, solo confía en ti misma y en tu instinto, lo harás bien. 

La señora Lynde nos echó una mirada, Anne enseguida al notarlo, le dijo adiós a ka'kwet y corrió a los caballos un poco nerviosa, no le tomé mucha importancia, abracé a nuestra amiga y ella a mí recibiendo miradas de desagrado las cuales no tomamos importancia. 

-Adios linda

Ka'kwet: Adiós corazón valiente .-soltó con una sonrisa causando el mismo efecto en mí. 






Tuvimos un largo y agotado día en la escuela, afortunadamente siempre me siento junto Anne y Diana y eso valía la pena. 

MI QUERIDA ROSE SMITH... ‹‹ Gilbert Blythe »Donde viven las historias. Descúbrelo ahora