MI QUERIDA ROSE SMITH... ‹‹ Gilbert Blythe »

"Beltane"

Pasaron un par de horas, suficiente para encadenarme con más pendientes.

Me encontré con las chicas para entregar el obituario fuera de la iglesia y los demás lugares así la gente conocería por fin a Mary. Nadie olvidaría su espíritu. 

Solo el resto del día y mañana sería el gran evento, estaba tanto emocionada como preocupada por todo. Mientras más me inundaba en mis pensamientos no escuchaba con atención la conversación. 

Ruby: Rose..¿Rose?...¡Rose! .-reaccioné a su voz. 

-Ah, ¿si Ruby? 

Ruby: La señorita Stacy, ¿qué quizo decir con.."pasos para dar el consentimiento"?

-No tengo la menor idea, estaba tan confundida como ustedes. 

Diana: debe de haber alguien que nos pueda responder todas estas dudas. 

en cuanto Diana terminó de hablar, del lugar salió, la persona con la que mas me encontraba confundida. Mordí mi labio de la impaciencia y la impotencia de no poder hablar con el por el simple hecho de no lograr entender. Pero al querer volver a entrar a mis pensamientos me di cuenta que todas me miraban.

-¿Qué? .-respondí seca. 

miraron a gilbert y volvieron a mi. 

-Ah, no. No lo haré. 

Ruby: ¡Por favor! 

Josie: ¡Tienes que hacerlo!

-¡No! además, no me contestara nada de lo que pregunte. 

Tillie: ¿¡Porqué!?

Diana: ¿¡Tiene algo de malo!?

-¡No!, simplemente, esta hum-molesto conmigo. 

arquearon una ceja al mismo tiempo que pareció que se habían puesto de acuerdo. 

Jane: ¿Ahora quién responderá nuestras dudas? 

a la segunda persona en el mundo que hablaría con Gilbert Blythe. 

Josie: ¡Anne!

Ruby: ¡Anne, debes preguntarle tú! Si rose no puede, eres nuestra única opción. 

Anne: Pero yo..-la interrumpieron tomándola de los hombros atrayéndola hasta gilbert. 

Suspiré y me quedé atrás repartiendo los últimos obituarios. Con un poco de sentimiento, no ser parte de algo te hace sentir inútil e insuficiente. 

Anne: ¡Rose! .-todas se acercaron. 

Ruby: Anne dice tener una cura para dejar fuera todas las preocupaciones que tengamos. 

Diana: En el libro de escocía que le presté a Anne. 

Anne: Se llama "Beltane" Nos veremos en la noche, en el prado, más allá del lago de aguas relucientes. En cuanto oscurezca. ¡No falten! .-soltó emocionada 

Al terminar de repartir todo, nos alejamos y afortunadamente me quedé con un obituario. Lo que más me causaba nostalgia es que Gilbert y yo lo escribimos. Lo leí y releí en el camino, pensando que siempre estaría presente en mi corazón. Fue todo un éxito, me pareció que la redacción y el cómo pudimos expresar tantos sentimientos en un papel era extraordinario. No pude evitar soltar unas lagrimas pero me hacían más fuerte y mejor persona. Me sentía tan feliz y orgullosa de poder haber conocido a la mujer que representaba aquel escrito. 

El sol cayó y el anochecer llegó. Los chicos dormía, tomé una luz de gas, solté mi cabello y salí por la puerta con el menor ruido posible. Al llegar a aquel lugar hermoso, me topé con las demás chicas, al igual que yo vestían una bata de color blanco.